Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación
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Centroáfrica, un  país borrado del mapa

Kinshasa Congo 28.05.2013 di Tonino Falaguasta Nyabenda Traducido por: Elio Boscaini El 24 de Marzo del 2013,  la coalición « Seleka » (lo cual significa alianza) se toma  Bangui  y sumerge a Centro África en la total confusión. Ángelo Turco define la República Centroafricana  como  un « no país ». ¿Cuál es el futuro de este « no país » y cuál es el lugar de la Iglesia?

Angelo Turco, colaborador de  « Nigrizia », una publicación mensual de los Misioneros Combonianos en Italia, habla de la Republica Centroafricana (RCA) como de un espacio vacío donde no hay un poder legalmente constituido  y donde cualquier fuerza política o militar logra tomar el poder.

La situación actual de RCA pueda dar esta impresión. Los centroafricanos parecen un pueblo de vencidos. Pero no todos tienen esta opinión. El profesor Zarambaud Assingambi, (con quien  fuimos compañeros de cautiverio en las cárceles de Patassé, en 2001) ha escrito el pasado 25 de abril: “No importa lo que pase, el pueblo centroafricano vencerá!” y ha enviado un mensaje al nuevo poder instalado en Bangui : “El Señor Ndjotodja  (quien se ha autoproclamado presidente de la república) debería saber que, según los términos y condiciones establecidas por el estatuto de Roma cuando se creó la Corte Penal Internacional (CPI), también un jefe militar o político podría ser investigado, si, teniendo en cuenta las circunstancias, tiene pleno conocimiento de  que sus tropas han sido  culpables de crímenes de la competencia de la CPI. Y este es el caso”.                                     

En 1998, Monseñor Joachim Ndayen, arzobispo de Bangui hasta 2001, definía la RCA como “la cenicienta de África” (Afriquespoir n°3, pag. 8). En efecto, según él, el país habría dado un gran paso hacia atrás y los amotinamientos de 1996-97 contra el régimen Patassé  dan constancia de ello. ¿Esperanza en el futuro? “En la oscuridad un rayo de luz -segun Ndayen-. Hay personas con un juicio sereno y cristiano sobre lo que pasa… hay cristianos ejemplares”. Monseñor Ndayen se dice siempre “hijo espiritual” de Barthélemy Boganda, fundador de la RCA, y recuerda constantemente sus enseñanzas.

En efecto Barthélemy Boganda (nacido en 1910 y fallecido en 1959 en un misterioso accidente de avión) apoyaba la tesis panafricana. El quería la independencia de las colonias, pero que permanecieran unidas. Proponía la creación de los “Estados unidos del África Latina” que comprendiera las antiguas colonias de Chad hasta Angola, es decir de los países de habla colonial latina. Esto para tener poder de negociación a nivel político frente a las grandes potencias y de defensa contra los países islámicos, quienes habían practicado la trata de esclavos hasta los inicios del siglo 20 y que querían expandir su poder en el África subsahariana. Finalmente, no es más que la RCA que ha visto la luz del día, ya que los poderosos ex-colonialistas tiene mucho interés en que África siga dividida y por lo tanto débil. Y los riesgos por un camino pacífico y por un desarrollo sostenible vinieron del tribalismo.

Monseñor Ndayen lo recordaba a todo momento y con razón. De hecho, después de la independencia (13 de agosto de 1960), la RCA ha conocido diversos regímenes, cuyos partidarios se apoyaron sobre el origen étnico: Bokassa sobre los Gbaka, Kolingba sobre los Yakoma, Patassé sobre los Sara y los Kaba, Bozize sobre los Gbaya. Actualmente Djotodja se apoya sobre los Goula de la Vakaga y todos los musulmanes de la RCA. El 30 de marzo por ejemplo, el pueblo musulmán de Bangui organizó una marcha para apoyar el nuevo poder,  lanzando un sorprendente eslogan: “Es nuestro turno, hemos sufrido demasiado...”.   

Monseñor Ndayen estaba con toda la razón preocupado por la formación de los jóvenes, quienes en un 50% están por debajo de los 20 años. Por eso, la conferencia Episcopal ha creado el centro Juan XXIII. Este centro tiene como principio la formación de responsables “cristianos” en todas las áreas de la vida: política, social, económica, cultural… Personalidades excepcionales han trabajado allí, como el p. Jean Paul Hoch (futuro superior general de Padres Espirítanos, expulsado de la RCA por Kolingba), el p. Schouver Pierre (él también futuro superior de los padres Espirítanos), el sacerdote Etienne Guerekouale, etc.

Monseñor Paulin Pomodimo, arzobispo de Bangui y, después de su retiro en 2009, mediador de la Republica bajo el régimen Bozize, repetía constantemente: “La RCA necesita lideres capaces de guiar el país, líderes como Nelson Mandela, quien ha sido una bendición para Sudáfrica”. Y tenía  razón porque es justamente esto lo que ha faltado en RCA. Después Barthélemy Boganda, fue el vacío, excepción hecha por Monseñor Joachim Ndayen, muy respetado por todos quien pero se encuentra actualmente muy enfermo y bajo tratamiento de diálisis en Paris.                                 

Algunos movimientos rebeldes al régimen de Bozize, criticando los acuerdos de 2007, se han reunido en una alianza, la “Seleka”, para derrocar el gobierno en el poder y apoderarse del país. Los rebeldes fueron esencialmente chadianos y sudaneses, de habla árabe. Tenían en el apoyo asegurado de  Idris Déby, el presidente de Chad, quien a cambio de su apoyo a Francia en Mali, tuvo las manos libres en la RCA. El financiamiento y las armas, enviados desde Ndjaména, llegaron de parte de  hombres de negocio libaneses, deseosos de meter la mano sobre el petróleo, los diamantes, el uranio etc. de Centroáfrica.

Las armas comenzaron a crujir el 10 de diciembre 2012. El 11 de enero de 2013, un acuerdo de paz es firmado en Libreville (Gabon). Pero nadie lo respetó y finalmente, con el apoyo de fuerzas especiales chadianas, la “Seleka” se apodera de Bangui, el pasado 24 de marzo, obligando al presidente Bozize a huir.

Desgraciadamente la “conquista” de la RCA por parte de los rebeldes estuvo acompañada de saqueos, muertos, desplazamiento de la población, violencia de todo género, destrucción de estructuras del estado, de obras de las ONG’s y de Iglesias cristinas, sobre todo de la Iglesia católica. Frente al desastre, los obispos reaccionaron. En una carta dirigida al presidente de la Republica, el 23 de abril 2013, Monseñor Dieudonné Nzapalainga, arzobispo de Bangui, apoyado por otros dos obispos, escribió: “La lógica de la guerra ha sido privilegiada desplazando el dialogo… Por donde los integrantes de “Seleka” han pasado, han dejado al pueblo en lágrimas y duelo: (1). Amenazas, terror y tortura psicológica; (2). Violaciones a jóvenes y mujeres adultas, ya algunas se han suicidado; (3). Reclutamiento de niños soldados… (5). Desplazamiento de personas que huyen al campo o a la selva; (6). Aumento de las tasas de mortalidad infantil y neo-natal a causa de los pésimos servicios hospitalarios;… (11). Saqueo de los edificios públicos, hospitales y escuelas; (12). Robo y confiscación de vehículos del estado y de particulares, etc.... La RCA se ha convertido en un país fantasma donde los valores étnicos han sido reemplazados por la conquista del poder, la injusticia y la ley del más fuerte”.

El arzobispo seguidamente señala el sufrimiento causado a las Iglesias Cristianas y en particular a la Iglesia Católica. Y por lo tanto se pregunta cuales son las reales intenciones de “Seleka” y de quienes los apoyan.

En efecto, los rebeldes son mayoritariamente musulmanes, chadianos y sudaneses. Los musulmanes centroafricanos se ahorraron los saqueos e inmediatamente manifestaron su apoyo a “Seleka”. Michel Soupou, en una intervención publicada el pasado 18 de abril, en el sitio “El árbol de la palabra”, prevé un futuro sombrío para la RCA y la aplicación de la Sharia (o ley islámica). En efecto Djotodja, actual presidente de la RCA, habría escrito una carta a la organización de la conferencia islámica de Arabia Saudita, el 17 de abril 2012, en la que solicitaba ayuda para apoderarse del país y organizar una Republica Islámica.

Monseñor D. Nzapalainga, arzobispo de Bangui, viendo la conducta de los integrantes de  “Seleka”, se pregunta sobre las reales intenciones del nuevo poder en RCA. Y ha dicho: “¿Cómo  explicar la furia con la que los integrantes de “Seleka” han agredido las instituciones de la Iglesia Católica? Los resultados son pasmosos: (1). Robo sistemático de los medios de transporte: más de un centenar de vehículos y motos robados; (2). Profanación de edificios y objetos religiosos;…(6). Agresión física a sacerdotes, religiosos y religiosas. Citamos el caso de las hermanas de Mbrès, los padres de Alindao, de Bangui, de Bossangoa y el mismo obispo de Bambari, Monseñor Edouard Mathos, quien ha sido golpeado con la cacha de un kalachnikov, el 27 de diciembre de 2012; etc.”.

El arzobispo pide por lo tanto al presidente de la Republica  garantizar la seguridad y la protección de todos los ciudadanos de Centroáfrica, asegurar la autoridad del estado,  repatriar a los mercenarios chadianos y sudaneses,  crear una comisión de justicia, verdad y reconciliación. Son propósitos dictados por la sensatez, por la determinación a conseguir la paz y la reconciliación, por la búsqueda del bien común del país, después de tantos años de desorden, de saqueos, de abandonos. Pero para llegar a esto, se necesitan centroafricanos a la altura de esta tarea inmensa. El proyecto de los obispos de lanzar el centro Juan XXIII en Bangui, como lugar de formación  para los laicos de la RCA, ha sido providencial. En la actualidad, la situación es grave y los centroafricanos capacitados para hacer funcionar el estado hacen falta en modo grave.

Michel Soupou lo resalta, en sus intervenciones en el sitio “El árbol de la palabra”, mostrando como el poder actual, como los precedentes, se apoya siempre sobre los lazos de parentesco y de etnias (y actualmente también sobre el islam).

La Sra Calixte Beyala, celebre escritora camerunés, quien ha realizado estudios en Bangui, previene de manera especial sobre el peligro del Islam como medio de dominación política. En una entrevista publicada el pasado 15 de abril, a la pregunta sobre las raíces cristianas francesas, que se piensa pueda intervenir en RCA, ella ha dado esta respuesta: “Los intereses económicos se han puesto por encima de los valores humanos… En vista de asociaciones empresariales jugosas, se ha puesto a todo el mundo en peligro; yo, usted  y todos los cristianos del planeta. Es desolador”. Pero hay que reaccionar. Los centroafricanos, como lo señala Zarambaud Assingambi, tienen el coraje y la capacidad de reaccionar por el bien de Centroáfrica y de la Iglesia también.

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