Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación
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Cómo no "traer de vuelta a nuestras niñas"

29.10.2014 Margaret Kimberley Cientos de niñas nigerianas fueron secuestradas por combatientes de Boko Haram hace meses atrás. Estos secuestros, como algunos anteriores y posteriores, tuvieron muy poca cobertura en los medios de comunicación, por lo que las olas de repulsión de los Estados Unidos y de Europa surgieron más tarde. La gente instó a su gobierno a "hacer algo", pero nada o casi nada se hizo para resolver la crisis política nigeriana.

Traer de vuelta a nuestras niñas. Este mensaje es simple y resuena en el corazón millones de personas en todo el mundo. Son palabras vistas por primera vez en una ya famosa etiqueta de hash Twitter tras el secuestro de 280 adolescentes de una escuela en Chibok (Nigeria) el 14 de abril de 2014.  El  grupo  Boko Haram que combate el gobierno de ese país admite que tiene a las niñas en cautiverio. Es justo que muchas personas se preocupen por la seguridad de las niñas. 
Sin embargo, sólo las personas que siguen de cerca las noticias internacionales ya estaban al tanto de esta situación y, desafortunadamente, el esfuerzo por llamar la atención sobre estos horrores es de poca utilidad sin una comprensión más profunda de la situación política de África. 

Debido a que las naciones occidentales continúan interfiriendo en los asuntos de África y ponen en el poder a complacientes "hombres fuertes", casi todos los gobiernos de ese continente son endémicamente débiles. Los presidentes y los primeros ministros están en el poder sólo para enriquecerse o enriquecer  a las elites y asegurar que los valiosos recursos de sus países lleguen a las naciones capitalistas occidentales. Parece absurdo que el presidente de Nigeria, Goodluck  Johnathan, haya al principio  negado que el secuestro hubiese ocurrido y que, a continuación, ha vacilado entre la afirmación que las  niñas habían sido recuperadas o que su número era menor del reportado. Etiquetas de hash y peticiones son un pobre sustituto a un gobierno cuya organización se dedica tan solo a la producción y la entrega de petróleo a Occidente, sin hacer mucho o nada por sus propios ciudadanos. 

Y no es tampoco de extrañar que esta historia haya llegado como novedad a los oídos de los ciudadanos estadounidenses. Según el Informe Tyndall, que supervisa las transmisiones diarias de las tres principales cadenas estadounidenses, en el 2013 no hubo una sola noticia de televisión sobre Boko Haram. Y esta falta de información se dio a pesar del hecho de que el grupo en ese mismo año se atribuyó la responsabilidad por la muerte de más de 1.500 personas. No sólo no es el caso Chibok el primer secuestro de niñas, sino que a los niños les va aún peor en estos casos. Boko Haram mató a 29 estudiantes varones en un internado en febrero de 2014. Los ciudadanos estadounidenses se preguntan por qué tomaron a estas chicas y por qué no se pueden encontrarlas; se quedan sin ninguna información que pueda dar una respuesta a sus preguntas; la ira y la tristeza caen así en el vacío y son por lo tanto inútiles para lograr una respuesta al problema. 

Debido a que los ciudadanos estadounidenses tienen tan escasa información sobre el resto del mundo, caen automáticamente en la peor de todas las soluciones: la intervención militar extranjera. El presidente Obama dijo que iba a ayudar a los militares nigerianos. Esa solución puede complacer a las personas que están comprensiblemente preocupadas por el destino de estas jóvenes mujeres, pero eso no la hace más eficaz. 

Lo último que Nigeria necesita es una presencia militar extranjera que apuntale a su gobierno corrupto. Nigeria es uno de los ejes de Africom, organización que pone a los militares africanos bajo el mando directo de los Estados Unidos. Africom existe para proteger los recursos del oleoducto y restringir los esfuerzos que otras naciones puedan hacer para llevar a los africanos los recursos que ellos realmente necesitan. La presencia del Africom por cierto no ha ayudado, hasta el momento, a las víctimas de Boko Haram! 

Las noticias nunca nos mencionan que los familiares de presuntos miembros de Boko Haram fueron detenidos por la policía en 2011 y 2012 y que el grupo entonces juró venganza. El líder de Boko Haram, Abubakr Shekau, dijo en uno de sus muchos videos: "Puesto que usted ahora tienen presas a nuestras mujeres, sólo deben esperar un tiempo para ver lo qué va a pasar con sus propias mujeres... a sus propias esposas de acuerdo a la ley sha'aria". Los secuestros de los últimos dos años son el  resultado directo de los malos tratos del gobierno contra las familias de Boko Haram y de sus fallidos esfuerzos para eliminarlo. 

Esta simple "historia", no es tan simple después de todo. Los medios de comunicación constantemente  repiten que Boko Haram significa: "la educación occidental está prohibida". Posiblemente sea más correcto decir que signifique esto: el engaño que vino con la colonización occidental y su sistema de educación, está prohibido. Si este hecho tan básico acerca de Boko Haram no es reportado  correctamente, entonces los medios de comunicación son de muy poca ayuda para las niñas desaparecidas y para las personas que en todo el mundo se preocupan por ellas. 

Mientras los ciudadanos estadounidenses se retuercen las manos por estos adolescentes  secuestrados, ellos nada saben acerca de los "hombres fuertes" que su gobierno apoya y que, al fin  y al cabo, hacen las mismas cosas. Aliados de Estados Unidos como Yoweri Museveni en Uganda y Paul  Kagame en Ruanda han secuestrado a niños y los han obligado a convertirse en soldados. Ambos son responsables también  de la muerte de seis millones de congoleses. Los ciudadanos estadounidenses no sólo tienen que estar mejor informados, pero deben dejar de pensar que su gobierno y sus aliados son buenos y benéficos, cuando son todo lo contrario. 

A veces la respuesta a la pregunta: "¿Qué podemos hacer?", es "Nada". No hay nada que el ciudadano medio de Estados Unidos pueda hacer para obtener la libertad de estas niñas y los que tienen el poder de hacer algo no se preocupan ciertamente de la guerra interna de la Nigeria ya que son sus propias maquinaciones las que crearon esta y tantas otras tragedias en el mundo. 
Es difícil no tener una fuerte reacción emocional delante de hechos tan horribles, pero es también el momento preciso para cavar más profundo con miras a entender sus complejidades y no quedarnos en lo superficial. Eso es lo menos que se puede hacer para ayudar a traer de vuelta a nuestras niñas.

Para leer el original hacer click aqui.

 

 

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