Muchos niños de Kenia dependen de la comida que reciben en los centros educativos para sobrevivir. Ligia Girón, misionera de origen ecuatoriano, pertenece a la congregación de las Hermanas Misioneras Sociales de la Iglesia (HMSI). La congregación HMSI, fundada en 1965 en Ecuador por el misionero español Julián Lorente, trabaja para promover el anuncio del Evangelio, la promoción humana y el apoyo social a los más pobres. La hermana Ligia lleva tres años viviendo en Turkana -los turkana son una tribu nómada de pastores-, en la región más pobre del norte de Kenia. Muchos turkana han emigrado a las zonas fértiles del sur de Etiopía y Sudán del Sur. "Esto provoca conflictos entre las tribus porque cada una defiende la supervivencia de sus animales", explica, "además, muchos roban cabras y camellos. Y regresan a Turkana para venderlos".

SOS Turkana

"Los alumnos de las escuelas primarias públicas vienen a nuestras guarderías para comer. Porque nosotros no cerramos. Hemos interrumpido las clases durante dos meses, pero no la distribución de alimentos", dijó la monja a la agencia vaticana Fides. “Actualmente acude a nosotros un número incalculable de niños de entre 2 y 7 años". La misionera coordina 12 guarderías. La situación no es diferente para la parte de la población que se dedica a la pesca. No hay suficiente para sobrevivir, el nivel del agua del lago Turkana ha bajado 1,5 metros, los pozos se han secado. "Todos los habitantes llegan a los únicos pozos que aún tienen agua para abastecerse para sus casas, y esto genera conflictos entre ellos", señala la monja.

"Muchos ancianos, el segmento más vulnerable de la población, están muriendo. Mientras que la desnutrición de los niños empeora día a día. Porque ya ni siquiera tienen leche, que antes les proporcionaban las cabras", explica la hermana Ligia Girón. Debido a los dos años de sequía, los turkana han perdido casi todo su ganado, su principal fuente de sustento. Algunas familias parecen aceptar con menos dolor "que muera un niño antes que una cabra, que les da de comer", explica la hermana Ligia. Entre los niños menores de cinco años, la tasa de desnutrición ha aumentado un 40%. El cierre de las escuelas durante dos meses por parte del gobierno keniano ha contribuido a agravar la situación.

Los turkana practican costumbres ancestrales. La dureza del territorio en el que residen, semidesértico, les dificulta el acceso a la alimentación, la educación, la sanidad o el empleo estable. La región de Turkana tiene una superficie de 68.680 kilómetros cuadrados. Y su población alcanza el millón de personas. Actualmente, la esperanza de vida de las mujeres es de 42 años. Entre los turkana se sigue practicando la poligamia. Al llegar a la pubertad, las niñas son prometidas a varones adultos a quienes son entregadas como mano de obra.

En Kenia, millones de personas sufren los efectos de la peor sequía que ha padecido el país en 40 años. Debido a ella se han perdido más de 2,5 millones de cabezas de ganado. Cinco temporadas consecutivas sin lluvias han provocado una dramática crisis alimentaria para la población de todo el Cuerno de África. Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), más de 20 millones de niños corren peligro de padecer hambre, sed y enfermedades graves. Como consecuencia de las sequías que afectan a Somalia, Kenia y el sur de Etiopía. Las más graves registradas en más de dos generaciones.

SOS Niños en Camboya

El mapa de la desnutrición infantil incluye muchos países de África y Asia. En Camboya, donde está presente desde 2006, la ONG italiana Helpcode ha activado programas de apoyo al estudio y saneamiento en 32 escuelas. En total, se ha llegado a 6.000 menores. Intervenciones destinadas a combatir los efectos de las crisis mundiales, como el cambio climático. Los alumnos suelen ir a pie a la escuela y también cruzan ríos y arroyos, por lo que las actividades de Helpcode incluyen cursos de natación incluso para niños muy pequeños. En el país, el 19% de los menores se ven obligados a abandonar los estudios debido a la distancia a la escuela y a la pandemia. Por eso se puso en marcha el proyecto "Bicicletas rosas", para garantizar que las niñas y las jóvenes puedan continuar sus estudios. El año pasado se distribuyeron 600 bicicletas. Y el año que viene, el proyecto abarcará a todos los niños. Sin distinción de género.

Nepal

En Nepal, donde la organización humanitaria está presente desde 2003, persiste una situación de grave desigualdad. El 32,8% de las niñas de entre 20 y 24 años contrajeron matrimonio antes de los 18 años. Y el 21,7% de los niños de entre 5 y 17 años se ven obligados a trabajar. Sólo el 50% de las escuelas están equipadas con servicios higiénicos adecuados. Y el acceso a la escolarización sigue siendo muy desigual entre las zonas urbanas y rurales. Por eso en el país la organización ha proporcionado, entre otras cosas, la distribución de uniformes escolares a 1.342 niños (14 escuelas rurales y 5 urbanas), material didáctico. Y la creación de un fondo de emergencia para los más necesitados y la promoción de actividades de sensibilización de los padres y de apoyo a los profesores de las escuelas primarias de Chepang, en Makawanpur.

SOS Congo

En la República Democrática del Congo, donde Helpcode trabaja desde 2016, todavía hay miles de niños-soldados. Y más de 7,5 millones de niños de entre 5 y 17 años no van a la escuela. En 2022, se distribuyeron kits escolares, uniformes, comidas calientes (para una media de 35 niños al día) y se organizaron actividades extraescolares para unos 6.000 niños con el fin de evitar el abandono escolar. Se han formado 100 aprendices en los temas de protección, educación y acogida y organización de actividades deportivas y recreativas cada uno para 35 niños. También se les entregan kits de higiene, específicamente a las niñas.

Da Congo e Kenya a Nepal e Cambogia. La mappa dell’infanzia malnutrita