Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación
Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación
Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación
Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación
Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación

Por un regalo innecesario, demasiadas personas sufren

Newark 20.06.2019 Jpic-jp.org Traducido por: Jpic-jp.org

La mayoría de las personas comen chocolate sin ni siquiera saber que la materia prima es el cacao y que el cacao no es ni cultivado ni producido por los mayores productores de chocolate. Estos lo importan de países en desarrollo, sobretodo de Costa de Marfil (África) donde niños pobres e indefensos del vecino Burkina Faso son explotados por las compañías productoras de cacao.

En el artículo Cocoa’s child laborers del 5 de junio 2019, escrito por Peter Whoriskey y Rachel Siegel con entrevistas, gráficos y fotos de Salwan Georges, el Washington Post analiza esta injusticia: Detrás de gran parte del chocolate del mundo está el trabajo en las granjas de cacao de África Occidental de miles de niños empobrecidos. El título es elocuente, "Mars, Nestlé and Hershey pledged nearly two decades ago to stop using cocoa harvested by children. Yet much of the chocolate you buy still starts with child labor" (Mars, Nestlé y Hershey se comprometieron hace casi dos décadas a dejar de usar el cacao cosechado por niños. Sin embargo, gran parte del chocolate que todavía se compra hoy comienza con el trabajo infantil).

"¿Cuántos años tienes?", le pregunta un reportero del Washington Post a uno de los chicos más grandes. "Diecinueve", contesta Abou Traore en voz baja. Bajo las leyes laborales de Costa de Marfil, eso lo haría legal. Pero mientras habla, lanza miradas nerviosas al granjero que no mas lejos de unos pasos supervisa su trabajo. Cuando el granjero se distrae, Abou se agacha y con el dedo escribe una respuesta diferente en la arena gris: 15. Luego, para asegurarse de ha sido entendido, señala 15 también con las manos. Por fin, cuenta que ha estado trabajando en las granjas de cacao en Costa de Marfil desde que tenía 10. Los otros cuatro niños dicen también que son jovencitos: uno que tiene 15 años, dos 14 y otro, 13.

“En su viaje durante el mes de marzo de este ano a las áreas de cultivo de cacao de Costa de Marfil, los periodistas del Washington Post hablaron con 12 niños que dijeron haber venido, sin ser acompañado por mayores, de Burkina Faso para trabajar en las granjas de cacao. Si bien las edades que dicen parecen conformes a su apariencia física, el Post no pudo verificar sus fechas de nacimiento. En gran parte de Burkina Faso, hasta el 40% de los nacimientos no son registrados de manera oficial, y muchos niños carecen de documentos de identificación.

“Los niños llegan mesclados a la gran ola de migrantes provenientes de Burkina Faso y Mali. Según la ONU, Costa de Marfil alberga a 1,3 millones de inmigrados de Burkina Faso y otros 360.000 de Mali. Mali, Burkina Faso y Costa de Marfil comparten un acuerdo sobre fronteras abiertas. Los expertos señalan que habría un medio muy eficaz para frenar el trabajo infantil: pagar más a los campesinos por su cacao. Más dinero daría a los campesinos lo suficiente para pagar los gastos escolares de sus hijos y, aliviar su pobreza, los haría menos desesperados”.

Son estas algunas de las frases más impactantes de este reportaje (Cocoa’s child laborers) que, aunque sea en inglés, merece ser leído no fuera que por sus esplendidas fotos e instructivos gráficos. Una de las conclusiones es una verdadera provocación: "Nadie necesita del chocolate. Es un regalo que uno hace a si mismo o a otros. Es una absoluta locura que, por un regalo que nadie realmente necesita, tantas personas deban sufrir".

En septiembre de 2015, se presentó una acción judicial contra Mars, Nestlé y Hershey con la acusación de que estaban engañando a los consumidores, quienes, sin saberlo, estaban de hecho financiando el trabajo de esclavos para el chocolate en el África occidental.

“Niños de 11 a 16 años (a veces incluso más jóvenes) están cerrados en plantaciones aisladas donde trabajan entre 80 y 100 horas por semana. El documental Slavery: A Global Investigation entrevistó a niños que fueron liberados, quienes informaron que a menudo recibían golpes y que los golpeaban con cinturones y látigos. 'Ser golpeado fue parte de mi vida', cuenta Aly Diabate, uno de los niños liberados. 'Cuando te cargaban los sacos de cacao y se te caían mientras los trasportabas, nadie te ayudaba. Mas bien, te golpean hasta que los levantabas de nuevo'. (Il lato nero del cioccolato, in Cioccolato e lavoro minorile).

“Puede resultar impensable que el chocolate que tanto nos gusta pudiera venir de las manos de niños que trabajan como esclavos. En Costa de Marfil, y otros países productores de cacao, se estima que hay 100.000 niños trabajando en los campos, muchos en contra de su voluntad, para elaborar las delicias de chocolate que disfrutan los países occidentales. Hace diez años, dos legisladores de Estados Unidos tomaron medidas para poner un alto al trabajo infantil en la industria del cacao. A pesar del retroceso de la legislación propiciado por la industria, el protocolo Harkin-Engel, también conocido como el Protocolo de Cacao, se convirtió en ley el 19 de septiembre de 2001. En el décimo aniversario de la legislación, CNN ha echado un vistazo a cuáles son los efectos que este protocolo ha tenido en la industria del cacao”.

Ha, entonces, elaborado algo como un manual sobre las principales cuestiones que rodean el tema forzado, casi de esclavos, del que vive esta industria. Ejemplo de pregunta: ¿De dónde proviene el cacao? Respuesta: Entre un 70 y 75% de los granos de cacao del planeta crecen en pequeñas granjas del África Occidental, incluyendo a Costa de Marfil, según la Fundación Mundial del Cacao y la Iniciativa Internacional del Cacao (Leas Niños esclavos, el lado oculto de la producción del chocolate).

Hay, entonces, lo que llaman,  El rostro escondido del chocolate: el trabajo infantil y la deforestación (Ver La face cachée du chocolat : travail des enfants et déforestation). De un lado, seis grandes fabricantes (entre ellos Mars, Nestlé, Ferrero), que poseen el 50% del mercado mundial, y ganan entre 80 y 100 mil millones de dólares al año. De otro lado, cinco millones de pequeños productores, que trabajan durante todo el año por menos de dos dólares al día (entre ellos dos millones de niños).

"En el sector convencional, los productores están mal pagados y obligados a confiarse a estrategias de corto plazo. En Costa de Marfil, el mayor productor mundial de cacao, los productores están extendiendo sus parcelas al bosque para mantener sus rendimientos e ingresos. 'Se estima que alrededor de 13 millones de hectáreas han desaparecido desde la década de 1960, en parte a causa del cacao, es decir el 80% de la selva original de Costa de Marfil', afirma un estudio. Otra 'solución' para los productores que se sienten constantemente como estrangulados por dos manos a su garganta, es el uso creciente de insumos químicos y del trabajo infantil. 'Más de dos millones de niños trabajan en el sector del cacao', de estos muchos se encuentran en condiciones de trabajo peligrosas porque obligados a usar insumos químicos y machetes".

Resuena por cierto en nuestros corazones, la palabra provocadora: El chocolate es tan solo un regalo que uno hace a sí mismo o a otros. ¿No es una absoluta locura que, por un regalo innecesario tantas personas deban sufrir?

Deje un comentario