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Sudán árabe, donde los negros son llamados esclavos

BBC 20.07.2020 Zeinab Mohammed Salih Traducido por: Jpic-jp.org

Mientras las protestas contra el racismo se extendían por varias partes del mundo tras la muerte del afroamericano George Floyd bajo custodia policial en los Estados Unidos, Sudán parecía estar en un mundo completamente diferente. En Sudán, hubo poco interés por los carteles #BlackLivesMatter. En cambio, muchos usuarios sudaneses de las redes sociales lanzaron insultos raciales contra un famoso futbolista sudanés negro, Issam Abdulraheem después de su matrimonio con una maquilladora árabe de piel clara, Reem Khougli,.

"En serio niña, esto es haram -término árabe por prohibido-, una reina no se casa con su esclavo", comentó un hombre en Facebook después de ver una foto de la pareja. Hubo docenas de comentarios similares, lo cual no sorprende en un país donde muchos sudaneses que se ven a sí mismos como árabes, en lugar de africanos, usan habitualmente la palabra esclavo y otras más despectivas para describir a los negros.

La élite de piel clara y de habla árabe siempre ha dominado Sudán, mientras que los africanos negros en el sur y el oeste del país se han enfrentado a la discriminación y la marginación.

Es común que los periódicos publiquen insultos raciales, incluida la palabra esclavo.

Hace unas semanas, un columnista islamista de Al-Intibaha, un diario que apoyaba al ex presidente Omar al-Bashir, y que no aprueba que las mujeres jueguen al fútbol, ​​se refirió a la entrenadora de fútbol de las Gunners, un conocido equipo para jóvenes mujeres, como esclava. Casi todos los medios de comunicación describen a los pequeños delincuentes de la capital, Jartum, como negros ya que se los percibe como pobres y no étnicamente árabes.

Cuando le pregunté a Abdulraheem por su reacción a los insultos raciales que habían lanzado a él y a su esposa, me contestó: "Ya no puedo publicar más fotos en mis páginas de redes sociales por temor a recibir más de ellos".

En cambio, este joven de 29 años y su esposa de 24 hicieron un vivo en Facebook durante su luna de miel, afirmando que estaban enamorados y que la raza para ellos era irrelevante.

Pocas caras negras

Ihsan Fagiri, directora del grupo de derechos de las mujeres, No a la opresión de las mujeres, comentó una foto que mostraba a un joven negro con su esposa europea blanca diciendo que la mujer, al elegir a ese esposo, pudo haber estado buscando a la criatura faltante en la escalera evolutiva desde los monos a los humanos. Luego de unas protestas, Ihsan anunció su renuncia, pero No a la opresión de las mujeres se negó a aceptarla, diciendo que no lo había dicho en serio.

El racismo es insidioso en Sudán ya que, históricamente y desde la independencia, la gente del norte - los grupos étnicos árabe y nubio -, siempre ocuparon los puestos más altos. Casi todos los oficiales militares de alto rango son de estas etnias, lo que también les ha permitido usar su influencia para dominar en el sector empresarial.

Hoy, si se va a cualquier departamento gubernamental o banco en Jartum, rara vez se verá a una persona negra en un puesto importante. No hay estadísticas fiables sobre el desglose étnico de la población de Sudán, y mucho menos sobre su relativa riqueza, pero un grupo rebelde con sede en el Darfur que lucha por los derechos de los negros estima que el 60% de los residentes de Jartum son de raza negra.

Traficantes de esclavos 'glorificados'

El racismo se remonta a la fundación de Jartum en 1821 cuando era un mercado de esclavos. En la segunda mitad del siglo, cerca de dos tercios de la población de la ciudad eran esclavos.

Sudán se había entonces convertido en una de las zonas de redadas de esclavos más activas de África. Los esclavos eran luego transportados del sur al norte, y a Egipto, Oriente Medio y las regiones del Mediterráneo.

Los traficantes de esclavos todavía son tenidos en gloria. Una calle en el corazón de la capital lleva el nombre de al-Zubair Pasha Rahma, cuyo imperio comercial del siglo XIX se extendía hasta zonas de lo que ahora es la República Centroafricana y Chad.
Los historiadores dicen que capturaba principalmente a mujeres de las áreas sudanesas modernas del Nilo Azul y de las montañas de la Nubia, así como de Sudán del Sur y de la región de Oromia en Etiopía. También era conocido por su ejército de esclavos, formado por cautivos del Sur, que luchaban por los Otomanos.

Otra calle lleva el nombre de Osman Digna, un comerciante de esclavos y comandante militar, cuyo lucrativo negocio se vio reducido por la entonces administración colonial británica cuando esta se decidió a prohibir la esclavitud.

La esclavitud no se abolió oficialmente hasta 1924, pero también entonces la decisión enfrentó una fuerte resistencia de los principales líderes árabes e islámicos de la época, entre ellos Abdelrahman al-Mahdi y Ali al-Mirghani, quienes muchos creen que tenían esclavos trabajando en las vastas extensiones de tierra que poseían a lo largo del Río Nilo.

Escribieron a la administración colonial urgiéndoles a no abolir la esclavitud. Su solicitud fue ignorada. Los dos hombres, junto con sus partidos políticos, Unionista y Umma, continuaron ejerciendo una enorme influencia después de la independencia, afianzando las nociones de superioridad árabe en el nuevo estado al reservar casi todos los puestos de trabajo para los árabes y sin hacer nada para desarrollar las áreas habitadas por los negros.

El nieto de Mahdi, Sadiq al-Mahdi, se desempeñó como primer ministro en los años 1966-1967 y nuevamente de 1986 a 1989, cuando el hijo de Mirghani, Ahmed, se convirtió en presidente de un gobierno de coalición que los dos hombres habían formado.

Dos académicos sudaneses, Sulimen Baldo y Ushari Mahoumd, alegaron públicamente en 1987 que habían descubierto pruebas que algunos grupos árabes del norte esclavizaban a los negros del sur. Afirmaron que estos grupos estaban armados por el ejército de Sadiq al-Mahdi, y eran al origen de las milicias Janjaweed, más tarde acusadas de limpieza étnica en el Darfur.

Las acusaciones de redadas de esclavos fueron negadas en ese momento por el gobierno de Ahmed Mirghani y Sadiq Mahdi, quien sigue siendo influyente en la política sudanesa y está cerca del gobierno actual que asumió el poder después del derrocamiento de Bashir en 2019.

Redadas de esclavos en el siglo XXI

El complejo de superioridad de muchos miembros de la élite árabe se encuentra en el corazón de algunos de los peores conflictos que han afectado a Sudán desde la independencia, ya que los negros exigían igualdad o una patria propia.

Hay amplios informes sobre las continuas incursiones para capturar esclavos en el sur del País hasta el final de la guerra civil en 2005, lo que llevó a que Sudán del Sur, principalmente de raza negra africana, se separara del Sudán de habla árabe cinco años después.

Las mujeres y niños secuestrados por grupos árabes para trabajar gratis para un patrón, a menudo nunca volvían a ver a sus familias, aunque en algunos casos obtuvieron una libertad comprada de manera controvertida por grupos de ayuda como Christian Solidarity International.

Desde que comenzó el conflicto del Darfur a principios de la década del 2000, las milicias árabes Janjaweed pro-gubernamentales habían sido acusadas repetidamente de llegar a caballo en las aldeas de africanos negros, matando a los hombres y violando a las mujeres.

Poco ha cambiado en los últimos años, los informes de violaciones y quema de aldeas continúan a pesar de las conversaciones de paz organizadas por el gobierno sobre el reparto de poder que está liderando la transición de tres años hacia un gobierno civil.

El gobierno de transición está conformado por los grupos militares y civiles que lideraron la revolución de 2019, pero no está claro si está realmente comprometido a abordar el racismo estructural dentro del estado Sudanés.
El Partido del Congreso de Sudán (SCP), un miembro clave del brazo civil del gobierno, dice que se ha propuesto una ley para criminalizar el discurso de odio. Según la propuesta, el castigo por usar insultos raciales sería de cinco años de cárcel, afirma el portavoz del SCP, Mohamed Hassan Arabi.

Sin embargo, a muchos negros les preocupa el papel de los militares en el gobierno, dado que formaban parte del régimen de Bashir. Uno de los pocos ministros negros, Steven Amin Arno, renunció dos meses después de asumir el cargo, diciendo en su carta de renuncia que apareció en las redes sociales, que nadie lo escuchaba. El gobierno no hizo comentarios sobre estas acusaciones, lo que comprueba su afirmación. "Lo que pasó conmigo muestra la marginación y el racismo institucional en el país", dijo.
Vea el texto original: Viewpoint from Sudan - where black people are called slaves

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Los comentarios de nuestros lectores (1)

Margaret Sweeney 11.09.2020 I was very interested in this article on Arab Sudan because a few years ago I had to do a lot of research on Mauritania. One of the young asylum seekers who came from there was desperately in need of a solicitor. I had real problems finding one who would take him on till eventually one agreed, on the basis that I would do all the background reading. You probably know quite a bit about that country but few people do. It’s called the Islamic Republic of Mauritania and is totally controlled by Arabs, though more than half the population are black Africans. Until very recently slavery was legal according to the constitution. Although that is no longer strictly the case, one group of people who are descended from hereditary slaves are still in practice slaves. For about the last 10 years there has been a huge problem about nationality. Everyone has to apply for nationality to be included in a census. However, the questions and requirements asked of the Africans are very much more challenging than what is required of the Arabs. For example, only the Africans are asked to produce the birth certificates of their parents AND grandparents, this in a desert country with virtually no paper based documents or means of keeping them safe, even if they did exist, from one generation to the next. Africans also have to get an Arab who knows them to recommend them for citizenship.