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Encuestas internas revelan racismo generalizado dentro de la ONU

IPS 21.08.2020 Thalif Deen Traducido por: Jpic-jp.org

Mientras continúa predicando enérgicamente las virtudes de la igualdad, defendiendo la igualdad de derechos para todos, sin distinción de raza, sexo, origen, lengua o creencias, la ONU condena el racismo y a toda expresión de discriminación racial. Sin embargo, sondeos internos emborronan esa imagen.

¿Qué tan hipócrita es cuando el racismo asoma su feo rostro en su propio patio, particularmente en Ginebra que, irónicamente, es el hogar del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH)?

Esta pregunta fue respondida en una encuesta a más de 688 empleados de la ONU en Ginebra, que arroja datos sorprendentes y reafirma el hecho, largamente sumido en la opacidad, de que “el racismo existe dentro de la ONU”.

La encuesta revela que “más de uno de cada tres miembros del personal ha experimentado personalmente la discriminación racial y/o ha sido testigo de cómo otras personas sufren discriminación racial en el lugar de trabajo. Y dos tercios de los que experimentaron racismo lo hicieron por motivos de nacionalidad”.

Una encuesta separada realizada por el Sindicato del Personal de la ONU en Nueva York es igualmente reveladora. Según sus hallazgos, 59% de los encuestados “no sienten que la ONU aborde de manera efectiva la justicia racial en el lugar de trabajo y cada segundo entrevistado señaló que no se siente cómodo hablando sobre la discriminación racial en el trabajo”.

La Secretaría General de la ONU en Nueva York reaccionó titubeante y sin gloria, con el abrupto retiro de su propia encuesta en línea sobre racismo, en la que pedía a los empleados que se identificaran como “negros, morenos, blancos, mestizos / multirraciales o cualquier otro”. Pero la más ofensiva de las categorías enumeradas en la encuesta era amarillos, una descripción racista occidental de larga data de los asiáticos, incluidos japoneses, chinos y coreanos.

Un mensaje, que no incluye disculpas, se envió por correo electrónico a los empleados que se limitaba a decir: “La encuesta de la ONU sobre la raza se ha desconectado y será revisada y reeditada, teniendo en cuenta las preocupaciones legítimas expresadas por el personal”.

Los resultados de la encuesta de Ginebra también revelan:

1-. Entre los que experimentaron o presenciaron racismo, la mayoría indica que la discriminación racial afecta las oportunidades de promoción profesional. Un número importante de funcionarios también indica que la discriminación racial se manifiesta en forma de abuso verbal y exclusión de eventos laborales, como toma de decisiones, capacitaciones, misiones, asignaciones, etc.

2-. Muchos de los que experimentaron o presenciaron discriminación racial, acoso o abuso de autoridad indican que no se tomó ninguna medida, citando como las razones más comunes, la falta de confianza en los mecanismos y el miedo a las represalias.

3-. Los entrevistados creen que el racismo debe abordarse de diversas formas: responsabilidad y tolerancia cero, capacitación y sensibilización, mayor transparencia en la contratación, mayor diversidad y un diálogo más abierto sobre el tema.

Prisca Chaoui, secretaria ejecutiva del Consejo de Coordinación del Personal de la Oficina de la ONU en Ginebra (ONUG), con 3.500 miembros, afirma: “Creemos que ya es hora de que la ONU luche seriamente contra el racismo generalizado y discriminación. Esto significa una mayor responsabilidad y una política de tolerancia cero hacia cualquier acto racial”. Y añade: “Nos complace ver que la administración de la ONU está dispuesta a abordar este problema y, como sindicato del personal, estamos listos para ayudar a proponer medidas serias que vayan más allá de las palabras vacías y conduzcan a un cambio real para que la ONU demuestra que es capaz de defender los principios que predica al mundo”.

“Las conclusiones de la encuesta confirman que el racismo existe dentro de la ONU, como ya declaró el secretario general Antonio Guterres. También muestran que los supervisores y los administradores superiores tienen un papel importante que desempeñar, al igual que todo el personal, para abordar este problema”. Y concluye diciendo que los resultados de la encuesta “orientarán nuestras interacciones con la dirección y se utilizarán para ayudar al Consejo a proponer a la alta dirección de la ONU una estrategia para luchar contra el racismo en el lugar de trabajo”.

Patricia Nemeth, presidenta del Sindicato del Personal de la ONU, indicó que ese gremio realizó su propia encuesta entre los 6.500 afiliados en la sede en Nueva York y los 20.000 del personal local en las operaciones de mantenimiento de la paz en el mundo. El sondeo tuvo como título “Encuesta para tomar el pulso sobre la justicia racial”.

El asesinato del afroamericano George Floyd que se sumó a otros casos de violencia racial en diferentes partes del mundo, “reabrió las heridas de la injusticia racial que afligen al país anfitrión”, y señaló que la ONU, tiene un marco normativo para abordar la discriminación racial dentro de la organización, pero aún queda mucho trabajo por hacer, como reconoció Guterres el 4 de junio, en una carta al personal sobre el tema.

“El Sindicato del Personal se compromete a servir como plataforma para el progreso hacia una mayor inclusión, diversidad, dignidad y justicia social tanto dentro como fuera de la ONU”, declaró Nemeth. La encuesta en Nueva York, explicó, tenía como objeto el proporcionar al Sindicato del Personal una mejor comprensión de la situación actual con respecto a la injusticia racial dentro de la Secretaría General de la ONU y ayudará a determinar “cómo nosotros, como personal, podemos contribuir a realizar mejoras y también contribuir a debates más amplios sobre políticas”.

La encuesta combinaba preguntas sobre la discriminación racial en el lugar de trabajo y entre ellas, afirmó Nemeth, se destacaban “preguntas sobre su propia experiencia y sobre la discriminación contra los afrodescendientes, que es un foco de preocupación clave en nuestro lugar de destino”.

Las respuestas recibidas revelan:

1-. El 44% de los encuestados señaló que no existe una diversidad racial adecuada dentro de su departamento y 46% señaló que el personal afrodescendiente no está representado adecuadamente.

2-. El 43% de los encuestados indicó que ha experimentado acoso o intimidación en el lugar de trabajo como resultado de su raza.

3-. Los miembros del personal han experimentado actos de discriminación racial en el lugar de trabajo en el tono y el lenguaje que se les ha tratado, en los procesos de selección y promoción y en reconocimiento de su autoridad y grado.

4-. El personal de Nueva York quiere que la ONU garantice diversidad en los puestos de autoridad; establezca un canal anónimo para denunciar la discriminación racial; garantice la diversidad racial en las oficinas ejecutivas y de recursos humanos y las oficinas que se enfrentan al personal en el sistema de justicia formal e informal, para que los miembros del personal se sientan seguros al compartir sus preocupaciones y confiados en que son comprendidos y tomados en serio.

5-. Los encuestados creen que el racismo debe abordarse con capacitación y sensibilización, transparencia en la contratación, acción en lugar de palabras, creación de espacios de trabajo seguros e inclusivos, comprensión del racismo estructural y sistémico. Los resultados de la encuesta permitirán al grupo de coordinación del sindicato del personal sobre justicia racial planificar acciones posteriores adaptadas a las necesidades específicas de la comunidad de personal de la ONU en Nueva York.

Nemeth afirma: “Ya hemos iniciado una serie de charlas de expertos que tienen como objetivo proporcionar un contexto histórico sobre la escala y la gravedad de la trata transatlántica de esclavos, el significado y la persistencia del racismo sistémico, pero también la destacada riqueza y contribución cultural de la diáspora africana en el mundo”. A pesar del distanciamiento social, dijo, “continuaremos encontrando formas creativas de alentar a los colegas a tener conversaciones difíciles que nos permitan superar el desafío del racismo en el lugar de trabajo”.

En su carta al personal de la ONU de junio, Guterres aseguró que “la posición de la ONU sobre el racismo es muy clara: este flagelo viola la Carta de las Naciones Unidas y degrada nuestros valores fundamentales”.

La encuesta “ha demostrado que existe un problema, y ​​no solo por el color de la piel sino principalmente por la nacionalidad, lo que para la ONU es preocupante”, asegura Ian Richards, expresidente del Comité Coordinador de Asociaciones y Sindicatos Internacionales del Personal, con sede en Ginebra. Para solucionar este problema, a su juicio, la administración debe reconocer que cada país, cultura y lugar de destino experimenta el racismo en diferentes formas, ya sea vinculado a la esclavitud, al colonialismo, a la inmigración, a las rivalidades nacionales o a los conflictos. Y cada uno de ellos necesita su propio tratamiento. “Esperamos trabajar con el secretario general para resolver este problema”, afirma Richards.

Foto. 3 de noviembre de 1970 - Tercera Comisión de la Asamblea General, Naciones Unidas, Nueva York discutiendo proyectos de resolución sobre la eliminación de la discriminación racial. © Naciones Unidas

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