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No se sacrifique la selva del Congo a la industria petrolera

Butembo 04.08.2022 Jpic-jp.org Traducido por: Jpic-jp.org

El presidente Tshisekedi y su gobierno parecen dispuestos a sacrificar vastas zonas de selva par el petróleo. Sería una catástrofe para la gente, la biodiversidad y el clima mundial. Queremos impedir este proyecto.

Las selvas tropicales de la cuenca del Congo son el hogar para millones de personas y de innumerables especies animales y vegetales, entre ellas los tres grandes simios: chimpancés, bonobos y gorilas. Estas selvas son realmente indispensables para la conservación de la biodiversidad y juegan un rol fundamental en la lucha global contra la catástrofe climática.

Pero a pesar de esta riqueza, el gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) tiene el firme plan de subastar 16 campos petrolíferos. Al menos tres se localizan en el sensible ecosistema de la Cuvette Centrale, el mayor complejo de turba de los trópicos con una superficie de 145.500 km². Es decir plus grande que la de Inglaterra. Otros nueve se solapan con zonas protegidas. La zona almacena 30 giga-toneladas de carbono, equivalente a las emisiones globales de CO2 de un año. Los bosques de turba son también uno de los ecosistemas más valiosos del planeta. Son tan grandes y de tan difícil acceso que queda mucho por explorar sobre su rica biodiversidad.

Más de la mitad de las turberas se encuentran en la RDC, que alberga el 60% -el resto se distribuye entre Congo-Brazzaville, República Centroafricana, Gabón, Guinea Ecuatorial y Camerún-. La selva tropical de la cuenca del Congo es, de hecho, la segunda selva tropical más grande del mundo después de la Amazonía, lo que la convierte en un factor clave en la lucha contra el cambio climático.

Los gobiernos del mundo deben reducir a la mitad las emisiones de CO2 en los próximos 8 años. Por tanto, todos los nuevos proyectos de petróleo, carbón y gas deberían detenerse.

En la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, COP26, celebrada en Glasgow, el presidente Tshisekedi presentó a la RDC como un "país solución" en la lucha contra la crisis climática, los frondosos bosques, el potencial de las energías renovables y ciertas materias primas contribuirían a ello, dijo. Pero este plan petrolero socava los esfuerzos de conservación y pone en peligro el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global. Los planes también amenazan los medios de vida de miles de comunidades locales, en su mayoría indígenas.

Hay que decir que la responsabilidad de este desastre anunciado no es únicamente del gobierno de la RDC, es compartida con las compañías petroleras involucradas, los bancos, las compañías de seguros y los consumidores de petróleo, porque más allá de la extracción de petróleo, las carreteras, los puentes y la infraestructura que requiere traería como la destrucción de la selva tropical. 

Este es el motivo de esta carta al Sr. Félix Tshisekedi, Presidente de la República Democrática del Congo:

Estimado Sr. Presidente Félix Tshisekedi:

Le solicitamos que abandone inmediatamente los planes de desarrollo de 16 campos petrolíferos. Con ello se pretende evitar la catástrofe climática y proteger los derechos de las poblaciones vulnerables que viven en las zonas destinadas a la explotación de campos petrolíferos.

Atentamente,

El clima y la selva tropical están vinculados

Los bosques tropicales son ecosistemas complejos donde la fauna y la flora están íntimamente ligadas. Desempeñan un papel excepcional para el clima local y global. Las plantas absorben dióxido de carbono (CO2) del aire. Con este CO2, agua y luz solar, pueden sintetizar materia orgánica. El carbono se retiene en tallos, hojas y raíces y el oxígeno se libera a la atmósfera. Todo el proceso se llama fotosíntesis.

Según estimaciones, los bosques tropicales almacenan 250 mil millones de toneladas de CO2, especialmente las turberas. Esto es aproximadamente 90 veces las emisiones anuales de gases de efecto invernadero causadas por el hombre. El 40% del oxígeno en la atmósfera proviene de los bosques tropicales. Si la imagen de la selva tropical como el "pulmón del planeta" no es del todo precisa, ofrece una buena metáfora.

Las selvas tropicales son la fuente de gran parte de la precipitación. Un aspecto importante de este fenómeno es la evapotranspiración, es decir, la humedad que las plantas liberan a través de sus hojas. Las nubes reflejan gran parte de la luz solar hacia el espacio y refrescan la atmósfera. Sin este efecto, haría aún más calor en los trópicos. Al almacenar carbono y ser fuente de lluvia, los bosques tropicales intactos juegan un papel clave en la lucha contra el cambio climático.

La catástrofe climática y la deforestación se exacerban mutuamente

Los bosques tropicales son cada vez menos capaces de cumplir con esta tarea y la deforestación, debido al establecimiento de plantaciones, pastos o proyectos mineros, provoca la emisión de grandes cantidades de gases de efecto invernadero. La destrucción de las turberas tiene un cierto efecto devastador. En 1997, los incendios forestales en Indonesia representaron un tercio de las emisiones globales totales.

Según un estudio publicado en la revista científica Nature, los bosques tropicales podrían emitir más carbono del que capturan a partir de 2035, debido a los efectos nocivos del cambio climático, que frenan el crecimiento de los árboles.

De hecho, dado que el ecosistema de la selva tropical está entrelazado de múltiples maneras, toda la red puede sufrir si se daña en un solo punto. Es el caso del ciclo del agua, ya perturbado por el aumento de las temperaturas y las sequías, que podría colapsar. Con el cambio en el clima local, es probable que los verdes y exuberantes bosques tropicales se conviertan en sabanas.

Una respuesta necesaria entre otras

Preservar la selva tropical para proteger el clima es esencial. Si queremos proteger el clima. Proteger el clima significa proteger la selva tropical. Y viceversa. Para ello debemos:

• Conservar los bosques tropicales y reparar los daños; 

• Preservar la biodiversidad;

• Fortalecer los derechos de los pueblos indígenas que viven en áreas forestales en los trópicos;

• Cambiar fundamentalmente la forma en que vivimos y hacemos negocios;

• Reducir nuestro consumo de energía y materias primas;

• Reformar las malas políticas climáticas, poniendo fin al uso de biocombustibles;

• Poner fin al “comercio de indulgencias”, esquemas de compensación, que permiten a las empresas faltar el respeto al medio ambiente mediante el pago de multas;

• Rechazar las tecnologías de transición que afirman ser amigables con el clima pero no lo son, como reemplazar el carbón con gas natural.

La pandemia de Covid ha demostrado que podemos implementar cambios rápidos y profundos frente a una crisis existencial. Es hora de abandonar los “paquetes de estímulo económico” y otras viejas recetas y, en cambio, transformar la economía y la sociedad de una manera ambientalmente sostenible.

En una alianza con organizaciones ecologistas de África y de todo el mundo, queremos impedir esta explotación del petróleo. Por favor, firma nuestra petición conjunta.

Ver Es urgente salvar las selvas de RD Congo de las garras de la industria petrolera

Esta petición está disponible en los siguientes idiomas: alemán, inglés, francés, indonesio, italiano

Ver también:En RDC, les tourbières de Lokolama, insondable piège à carbone

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