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Defienden la paz de día, venden armas de noche

IPS 11.03.2019 Thalif Deen Traducido por: Jpic-jp.org

Medio Oriente, una de las regiones más inestables y devastadas por las guerras, duplicó la importación de armas en los últimos cinco años, según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri).

El aumento en la compra de armas se disparó, de forma directa o indirecta, por varios conflictos y guerras civiles en la región, principalmente el devastador conflicto militar en Yemen, que ya lleva cuatro años y que ha creado una de las “peores crisis humanitarias del mundo”, con más de 5.000 civiles muertos o heridos en 2018.

Los últimos datos sobre las ventas de armas presentadas por el SIPRI el 11 de marzo, muestran también que los cinco mayores exportadores de armas en el período 2014-2018, son: Estados Unidos, Rusia, Francia, Alemania y China. Con excepción de Alemania, los otros cuatro son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, junto con Gran Bretaña, el sexto exportador de armas. Juntos representan 75% del volumen de armas exportadas en 2014-2018.

El Consejo de Seguridad, órgano de seguridad de las Naciones Unidas, aboga constantemente por la paz en el mundo, mientras los cinco miembros permanentes promueven las armas y mantienen conflictos, como los de Yemen, Siria, Iraq, Afganistán y Libia, así como avivan el prolongado conflicto palestino-israelí. Las partes enfrentadas en todos esos conflictos usan armas de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, China o Rusia, o reciben información de inteligencia militar o apoyo aéreo provistos por las cinco potencias. “Hablan de paz, mientras venden armas a lo grande”, observa un diplomático de Asia. SIPRI señaló que la importación de armas por parte de Estados de Medio Oriente aumentó 87% entre el período 2009-2013 y 2014-2018, y representa 35% de la importación total de armas en este último período.

En particular, Arabia Saudita fue el mayor importador de armas en 2014-2018, pues aumentó la compra en 192% en comparación con el período 2009-2013. Y Egipto, el tercer mayor importador de armas en 2014-2018, triplicó sus compras en 206% con respecto al período 2009-2013, y lo mismo ocurrió con Israel, que aumentó 354%, Qatar, 225%, e Iraq, 139%, según el SIPRI.

Sin embargo, las importaciones de armas de Siria, que cuenta con el apoyo de Rusia y China, disminuyeron 87%, a pesar de la guerra civil, que ya lleva ocho años.

Natalie J. Goldring, investigadora y profesora adjunta del Programa de Estudios sobre Seguridad de la Facultad de Servicio Exterior Edmund A. Walsh, de la Universidad estadounidense de Georgetown, afirma que el Sipri ha documentado una vez más el continuo aporte de los grandes proveedores de armas, y que la ONU sigue siendo el principal responsable. “El suministro de las grandes armas convencionales está tan concentrado, que unas medidas de control sobre los seis mayores proveedores podría tener un efecto significativo en el mercado internacional”, observó.

Lamentablemente, esos países dejan que la codicia domine sus principios, apunta Goldring, profesora invitada en un programa de la Universidad Duke y las consecuencias de esta acumulación  excesiva y desestabilizadora de armas tienen un efecto devastador en Medio Oriente. “Cada año, el Departamento de Estado de Estados Unidos, documenta vastos abusos de derechos humanos por parte de saudíes. Sin embargo, con la transferencia de armas, el gobierno Trump los sustenta. El gobierno Trump tampoco hace que Arabia Saudita se haga cargo del asesinato del periodista Jamal Khashoggi”, explicó Goldring. Washington se sigue concentrando en aumentar sus ganancias con la venta de armas, y no en las consecuencias en términos de costos humanos de esas ventas.

A pesar de todo, siguen habiendo razones para no perder la esperanza. Por ejemplo, legisladores del Congreso tratan de reducir las actividades militares de Estados Unidos vinculadas a la guerra en Yemen, y presionan para que el príncipe saudí Mohamed bin Salman se haga responsable del asesinato de Jamal Khashoggi. Al respecto, el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, declaró en conferencia de prensa: “Ninguno de esos conflictos necesitan más armas. Necesitan un mayor compromiso político para lograr la paz”. Por su parte, Pieter Wezeman, investigador del Programa de Armas y Gasto Militar del SIPRI, afirma que la transparencia difiere entre los cinco mayores exportadores de armas. Los Estados Unidos, Rusia, Francia, Alemania y China, y Gran Bretaña, suelen informar sobre sus exportaciones de armas al Registro de Armas Convencionales de la ONU (UNROCA). Francia, Alemania y Gran Bretaña dan también cuenta de las exportaciones de armas pequeñas, tanto al registro de la ONU como a la secretaría del Tratado sobre el Comercio de Armas. Lo que no hacen los otros tres países. Alemania, Gran Bretaña y Francia publican informes anuales sobre sus exportaciones de armas, además de enviar datos para un informe similar que elabora la Unión Europea todos los años. Sin embargo, la información que envían al registro de la ONU no siempre está completa ni es precisa, o es nula.  Hay muchos datos en esos documentos, con los que se tiene una buena perspectiva de las exportaciones de armas, aunque no siempre son fáciles de leer, precisó Wezeman, come en el caso de Estados Unidos que tiene varios procedimientos administrativos para la exportación de armas. Las exportaciones, en las que Washington juega un papel importante porque implica asistencia militar, porque vende excedentes del Departamento de Defensa e involucra lo que se conoce como Ventas Militares al Extranjero ayudando a los aliados en la compra y en la negociación de armas, suelen ser transparentes. El gobierno suele hacer anuncios formales cuando un país comienza a negociar un acuerdo consistente de armas y cuando suscribe un contrato; cuando un Estado compra armas de forma directa a una compañía de EE.UU. y el gobierno solo emite el permiso de exportación y la información suele ser más escasa.

Wezeman afirma que Rusia y China no publican informes sobre sus exportaciones de armas. Al ser consultado sobre la posibilidad de haya restricciones de uso en la compra de armas, como por ejemplo que no sean usadas contra civiles o transferidas a terceros, afirma que sí es posible. Cuando Alemania suministró vehículos blindados en forma de asistencia militar a Turquía, incluyó un artículo que estipulaba que no debían utilizarse en el este del territorio turco, contra los kurdos.

Recientemente se supo que Estados Unidos habría incluido un artículo que obliga a Pakistán a no utilizar aviones de combate F-16 USA sobre el Cachemira, aunque se desconoce el contenido literal del texto.

Un artículo sobre el no uso de armas contra civiles es improbable, pues ya está prohibido por el derecho internacional, aunque Wezemen precisó que es común incluir artículos que obliguen al comprador a no transferir las armas a terceros sin el permiso explícito del Estado exportador.

(Traducción: Verónica Firme)

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