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La trata por sexo en Canadá, un problema oculto a la luz del día

IPS 25.07.2019 Nadia Kanji Traducido por: Jpic-jp.org

La trata de personas con fines de explotación sexual ha aumentado constantemente en Canadá. Las estadísticas más recientes indican que en 2016 tuvo la tasa más alta registrada de trata de personas, con un incidente registrado por la policía por cada 100.000 personas.

A pesar de lo grave de estos números, los casos registrados constituyen solo una pequeña parte de una industria ilegal mucho mayor y envuelta en el silencio aunque la mayoría de los casos de tráfico para fines sexuales se dan bajo la mirada de todos.

Es el caso de Rhonelle Bruder, quien, por ser víctima de discriminación y acoso escolar en su localidad natal, cerca de Toronto, en la provincia de Ontario, decidió abandonar la escuela secundaria y mudarse a la ciudad. Cuando se quedó sin dinero, comenzó a vivir en refugios juveniles, donde más tarde la presentaron a un hombre que se convertiría en su traficante.

Bruder, contando su historia a IPS, menciona como ese hombre era al comienzo amable y atento, y esto le daba seguridad. Cuando hablaron de cómo ella podría ganar dinero para recuperarse, él le dijo que podría comprarse un condominio y viajar si ella tan solo “danzara la danza” un par de meses.

“Me lanzaba un anzuelo, pero era un sueño que yo estaba desesperada por creer porque mi realidad era insoportable. Estaba dispuesta a creer casi cualquier cosa que dijera porque me proporcionaba un sentido de pertenencia y era una figura protectora en mi vida”, recuerda.

Una vez que las mujeres y las jovencitas son víctimas de la trata, los proxenetas suelen poner la trampa de la deuda contraída, diciéndoles que deben pagar sus gastos, como los costos de ingreso al país, o el pago de moteles o viviendas.

Así le pasó a Timea Nagy, otra sobreviviente. Cuando tenía 20 años y vivía en Hungría, atrapada en la pobreza por gran cantidad de deudas, Nagy respondió a un anuncio del periódico para trabajar como niñera en Canadá. Lo que parecía una agencia de reclutamiento legítima era, en realidad, una mafia de la trata, que buscaba traerla a la industria del sexo canadiense sin su consentimiento. “Estábamos hambrientas, con sueño y amenazadas constantemente”, cuenta en el libro de memorias que acaba de publicar bajo el título Out of The Shadows (Fuera de las sombras). Era a menudo agredida sexualmente hasta que logró escapar con la ayuda de dos personas del club donde trabajaba en forma forzosa. Obtuvo que su tratante fuese procesado por agresión sexual a quien sin embargo se le declaró inocente.

Nagy, ahora una activista social que trabaja para lograr cambios en el sistema de justicia canadiense en torno al tráfico de personas, asegura que la ley y su aplicación en Canadá son más lasas que en Estados Unidos. Las condenas por trata de personas en Estados Unidos llegan a penas de hasta 155 años, mientras que en Canadá, por el mismo delito, reciben condenas de ocho años como máximo.

La trata de personas es actualmente el tercer crimen más grande del mundo, con tentáculos al menos en 137 países, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, en su sigla inglés).

Tanto Nagy como Bruder afirman que, para enfrentar el fenómeno, se pone demasiado énfasis en endurecer y aplicar la ley en lugar de priorizar las medidas preventivas y mejorar los servicios para   desactivar el delito dentro de las comunidades vulnerables. “Gran parte de la atención se centra en ayudar a los sobrevivientes, lo que es importante. Pero también debemos educar a los jóvenes para que no sean vulnerables a los traficantes”, dice Bruder. “Si hubiera tenido a alguien con quien hablar, o una guía, tal vez no hubiera salido de mi casa. Es necesario que haya intervenciones en la vida de los jóvenes antes de que entren en estos caminos”, es la opinión de Nagi.

Muchos indican en el sistema de bienestar infantil uno de los principales focos para captación de víctimas por parte de los traficantes sexuales. “El sistema de bienestar infantil es un Costco (una empresa estadounidense de venta al por mayor) para los traficantes”, afirma Nagy. “Saben dónde están los hogares juveniles y que allí los jóvenes no se sienten bienvenidos. Nadie sabe acercarse a ellos mejor que los proxenetas”.

Los tratantes generalmente esperan fuera de los refugios juveniles y se acercan a ellos tan pronto como las jóvenes se quedan fuera del sistema de bienestar infantil, sabiendo que en ese momento son a menudo muy vulnerables. En Canadá, 72% de las víctimas de la trata son menores de 25 años, y 51% de las jovencitas víctimas de la trata han estado dentro del sistema de bienestar infantil.

Según Bruder las redes sociales como Facebook, Snapchat y MeetMe son los nuevos campos de reclutamiento: “Los jóvenes publican en línea todo sobre sus vidas, por lo que no es difícil para los traficantes identificar a las víctimas más vulnerables y comenzar el proceso de captación”.

Esto es especialmente cierto para las jóvenes indígenas de Canadá, donde hubo el legado colonial de separar a los niños autóctonos de sus familias y colocarlos en internados escolares para asimilarlos a la cultura colonial. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, reconoció y pidió disculpas por este genocidio cultural; sin embargo, a una mirada más cercana se constata que este “trato histórico” tan solo ha adquirido una nueva forma.

“Actualmente hay más niños indígenas en el sistema de asistencia social que en los internados escolares del pasado”, afirma Elana Finestone, de la Native Women’s Association of Canada (Asociación de Mujeres Nativas de Canadá). “Estos son los efectos intergeneracionales de las escuelas residenciales y del colonialismo que se transmite de generación en generación”.

Los tratantes abordan a las jóvenes de las naciones nativas, cuando esperan entrar a los centros o en paradas cercanas de buses. “Si las mujeres autóctonas reportan violencia física, la policía no lo toma en serio, asumiendo que están desamparadas y solas y que a nadie le importa”, afirmó Finestone.

En junio fue publicada una Investigación Nacional de Canadá sobre Mujeres Indígenas Desaparecidas y Asesinadas (National Inquiry to Missing and Murdered Indigenous Women), en que se demuestra el impacto desproporcionado de la trata de personas en las jóvenes indígenas. En 2016, casi la mitad de las víctimas de la trata eran indígenas, aunque estas solo representan el cuatro por ciento de la población.

“El enfoque debería estar en los servicios accesibles para mujeres y niñas indígenas, con servicios comunitarios liderados por indígenas”, opina Finestone. “No podemos olvidar la feminización y la radicalización de la pobreza. La gente necesita más opciones para obtener un ingreso”.

Otros esfuerzos se han de centrar en proporcionar recursos a los que proveen servicios en primera línea. En mayo, el Canadian Centre to End Human Trafficking (Centro Canadiense para Terminar con la Trata de Personas) lanzó una línea directa multilingüe para las víctimas de la trata en todo el país. La directora general del Centro, Barbara Gosse, dijo que los esfuerzos para aplicar la ley están actualmente al máximo de su capacidad pero se carece de recursos suficientes para actuar con eficiencia. La línea directa es estrictamente confidencial y fue creada para recopilar datos sobre la incidencia de la trata de personas en Canadá y ayudar a las víctimas y sobrevivientes con una respuesta personalizada.

Gracias a la terapia, la meditación y la atención integral, Bruder dice que finalmente puede hablar sobre su experiencia. Ella es la fundadora de la organización RISE Initiative, que apoya a jóvenes en riesgo. Nagy trabajó como asistente de atención móvil durante seis años en Walk With Me Canada Victim Services para ayudar a las autoridades a acercarse a las víctimas. Abandonó esa labor y ahora se enfoca en la rehabilitación de sobrevivientes a través de la empresa social Timea’s Cause. Ella cree que es necesario que haya un programa nacional de empleo para apoyar en su trauma a las sobrevivientes.

Ver el texto original: Trata sexual en Canadá, un problema tan grave como oculto

Foto. El 72% de las víctimas de trata en Canadá son menores de 25 años, y el 51% de las niñas han estado involucradas en el sistema de bienestar infantil. Cortesía: Dmitry Schemelev / Unsplash
La Red Global de Sostenibilidad (Global Sustainability Network - GSN) está promoviendo el ODS 8 de la ONU, con especial énfasis en el Objetivo 8.7: 'tomar medidas inmediatas y efectivas para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a la esclavitud moderna y la trata de personas y garantizar la eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluido el reclutamiento y el uso de niños soldados.

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