Estamos hablando de las doscientas más importantes multinacionales que el Centro Nuevo Modelo de Desarrollo revisa en su edición 2015 de Top 200 recientemente publicada (ver aquí).

Según las Naciones Unidas, los grupos multinacionales son 82.000 con un total de 810.000 sucursales, emplean a un total de 124 millones de personas, tienen una facturación de 42 mil millones de dólares y contribuyen en un 14% del producto bruto mundial. Las multinacionales, como los animales mamíferos, son un grupo que, aunque similares por el hecho de tener útero y mamas, van desde un pequeño tamaño como los ratones, hasta los gigantes y pesados como los elefantes.

Del mismo modo, hay insignificantes multinacionales como Chicco Artsana, pequeño grupo con sede en Italia con un puñado de sucursales esparcidas entre España y Hong Kong, a gigantes como Shell, con 1.700 empresas ubicadas en los cinco continentes y la casa matriz en Inglaterra . No es coincidencia que las primeras 500 más importantes multinacionales contribuyan en un 75% de la facturación de todos los grupos transnacionales de las cuales 200 (0,02% del total) cubren hasta el 49%.

En algunos casos su volumen de negocios es más altos que lo que producen países enteros. Si compilásemos una lista de las 100 principales economías del mundo, incluyendo a los países según su producto interno bruto, y a las empresas, en función de su volumen de negocios, nos encontraríamos con que 44 son multinacionales. La primera aparece en el puesto 27 y es Walmart, poderosa cadena comercial, con ventas que superan el producto interno bruto de Austria.

En nuestros días, por la gran capacidad de producción y ventas que ellas tienen, ningún país cuenta con un número suficiente de consumidores para absorber los productos de las multinacionales. Para ello, esas empresas necesitan convertir el mundo entero en un gran mercado, dentro del cual puedan moverse sin obstáculos y colocar sus productos en cualquier lugar. Su sed de crecimiento es ilimitada y no están satisfechas con los logros de la globalización impulsada por la Organización Mundial de Comercio (WTO por sus siglas en ingles); por eso, tratan de cruzar nuevas fronteras a través de tratados bilaterales como el T-tip, el tratado de acuerdo secreto entre los Estados Unidos y la Unión Europea; se proponen construir una gran zona comercial libre de barreras aduaneras, con leyes comunes mínimas en materia de agricultura, medio ambiente, salud, sociedad, con la posibilidad para cualquier empresa de gestionar los servicios públicos en ambos lados del Atlántico.

Pero lo más destacado de este Tratado es el mecanismo que permite a las empresas de reclamar indemnizaciones cada vez que los estados hagan leyes que van en contra de sus intereses. Así que estamos construyendo un mundo al revés, donde el interés general está sujeto al beneficio de unos pocos. Esto, sin embargo, no es un destino ineludible.

En realidad, lo que es impuesto por la fuerza puede ser detenido y cambiado con la resistencia. Y sabiendo que los mayores aliados de la injusticia son la ignorancia y la apatía, la primera cosa por hacer es sacudirse de la información errónea que nos desvía, y de la sensación de impotencia que nos paraliza. Así que tratemos de aprender más acerca de los gigantes que se están tomando el mundo entero. Conociéndolos podremos darnos cuenta que no son tan fuertes como ellos tratan de hacernos creer.

Fuente:  http://comune-info.net/2015/10/multinazionali-se-le-conosci-le-domini/

Vea también:  http://www.elmundo.es/economia/2016/01/26/56a61a39ca474156648b466c.html