Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación
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Tú rascas mi espalda y yo rasco la tuya: el círculo inhibidor de la ONU

United Nations (IPS) 01.07.2020 Thalif Deen Traducido por: Jpic-jp.org

En el 2020 la ONU celebra sus 75 años de vida. De todas partes se alzan voces pidiendo su reforma. Lo hace hasta su secretario, Antonio Guterres. Sin denunciar pero los verdaderos problemas que se deberían resolver. Después del artículo, ¿Es esta la ONU que queremos? en esta Thalif Deen, analiza la hipocresía del CSNU una institución que se ha vuelto inoperante.

La batalla en curso entre China y Estados Unidos amenaza con paralizar al organismo más poderoso de la ONU, el Consejo de Seguridad (CSNU), que prácticamente se ha convertido en un “desaparecido en combate” en algunos de los temas más sensibles, y también más cruciales, de la actualidad mundial.

El Consejo de 15 miembros ha evitado escrupulosamente cualquier resolución sobre la devastación causada por la pandemia de Covid-19, que se ha cobrado la vida de más de 500 000 personas en todo el mundo y ha guardado silencio sobre el llamado del secretario general Antonio Guterres a un alto el fuego global en países devastados por la guerra, como Siria, Afganistán, Iraq, Libia, Somalia y Yemen. «No hemos visto una declaración (del CSNU) sobre Covid-19. No hemos visto una declaración sobre el llamado del secretario general al alto el fuego global”, dijo el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric.

Las partes en los conflictos están respaldadas, directa o indirectamente, por los cinco miembros permanentes del CSNU: China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, que brindan apoyo político o militar, o ambos. Las grandes potencias tienen una larga tradición de proteger a sus aliados y sus propios intereses nacionales mientras se cubren los pecados militares de los demás, principalmente de forma recíproca. Un veterano diplomático asiático resume la paralizante situación en “el principio subyacente: tú me rascas la espalda y yo te rasco la tuya”.

El CSNU, señala Dujarric, tiene primacía en la ONU sobre temas de paz y seguridad. “Una fuerte declaración unificada de ese organismo que respalde el llamado del secretario general a un alto el fuego global, contribuiría en gran medida a hacer realidad un llamado al alto el fuego”.

Ian Williams, un periodista que ha cubierto la ONU desde la década de los 80 y es presidente de la Asociación de Prensa Extranjera de Nueva York, afirma que ya es hora de que los “mayores” de la ONU hagan un llamado a los miembros permanentes del Consejo, especialmente a los reincidentes abusadores del veto, como Estados Unidos, China y Rusia. Aunque la administración de Donald Trump no sea precisamente sensible a las reprimendas, agregó.

“Recuerdo el caso de China, cuando iba a vetar una misión de mantenimiento de la paz en Haití por su reconocimiento de Taiwán, hasta que el embajador de Chile, Juan Somavia, le advirtió, en nombre de los miembros de América Latina, sobre las consecuencias para su reputación”.

Las consecuencias pueden ser acumulativas ya que también los miembros permanentes necesitan contar con respaldos. En ese y otros asuntos Guterres “excede la cuota de diplomacia”, dijo critico el periodista Williams, autor de UN told: The Real Story of the United Nations in Peace and War (La ONU dijo: la verdadera historia de las Naciones Unidas en la paz y en la guerra).

“Quizás debería abandonar cualquier ambición para un segundo mandato y, aunque todavía la mantenga, usar su autoridad moral como custodio de la Carta (de la ONU) para nombrar y avergonzar a quienes sostienen una decisión solo para el ego nacional”, afirma.

La administración de Trump bloqueó una propuesta de resolución sobre la Covid-19, porque no identificaba específicamente a China como origen. Si tal resolución se hubiera presentado así ante el Consejo, los chinos obviamente la habrían vetado. Al mismo tiempo, ningún miembro del Consejo de Seguridad se atreve a presentar una resolución que respalde las protestas a favor de la democracia en Hong Kong, o contra el racismo y la brutalidad policial en Estados Unidos o que critique la brutal represión de los musulmanes uigures en China o condene a Israel por amenazar con anexar territorio palestino.

Como dijo Guterres el 25 de junio durante una conferencia de prensa: “El problema no es que el multilateralismo no esté a la altura de los desafíos que enfrenta el mundo.  El problema es que el multilateralismo actual carece de tamaño, ambición y fuerza”.

Guterres achacó indirectamente, a China, Estados Unidos y Rusia de la situación, por sus relaciones “disfuncionales”, reconociendo, además, que la falta de ambición y de firmeza está detrás de las dificultades del Consejo de Seguridad para cumplir su función, incluso en la más global crisis sanitaria que ha enfrentado la humanidad.

Stephen Zunes, profesor de política en la Universidad de San Francisco y coordinador del programa de Estudios del Medio Oriente, afirma que uno o más de los cinco miembros permanentes han abusado de su poder de veto o han amenazado con ello también para bloquear todo cambio eferente al mismo CSNU. “Se han realizado propuestas para reformar el Consejo de Seguridad, como exigir una súper mayoría de algún tipo en lugar de un consenso de los cinco miembros permanentes”, pero no hubo avances de algún tipo, recordó. Para Zunes, la administración estadounidense actual es particularmente extrema en sus esfuerzos por frustrar la voluntad de la comunidad internacional y bloquear el multilateralismo como vía para solucionar problemas globales.

Las administraciones muy proisraelíes de Lyndon Johnson y Richard Nixon no se opusieron a una serie de resoluciones del CSNU en contra de la anexión de Israel de la Gran Jerusalén Oriental. La administración Reagan, igualmente pro Israel, apoyó la resolución contra la anexión de los Altos del Golán por parte de Siria. La administración Trump, al contrario, bloquea cualquier acción en oposición a los planes de Israel de anexar grandes extensiones de la Cisjordania ocupada.

La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, añadió su voz a los crecientes llamamientos internacionales y nacionales al gobierno de Israel para que no prosiga con sus planes y alertó que la ilegal anexión de una franja del territorio palestino ocupado tendría un impacto desastroso en los derechos de los palestinos y en toda la región. Sin embargo, el CSNU no ha tomado ninguna medida sobre esta proyectada anexión de territorios palestinos.

Por otra parte, en una declaración emitida el 30 de junio, la embajadora estadounidense ante la ONU, Kelly Craft, criticó los graves abusos contra los derechos humanos de China, pero no llegó a plantear medida alguna en el Consejo de Seguridad.

“Saludo a los relatores especiales de las Naciones Unidas y los expertos en derechos humanos por romper valientemente este silencio y defender al pueblo chino”, afirmó. La representante de Trump se refería a una declaración del 26 de junio emitida por relatores y expertos de la ONU que describe la represión sistemática del PCCH contra las minorías religiosas y étnicas; la desaparición y detención de abogados y defensores de derechos humanos; y el uso del régimen chino del trabajo forzoso. Y añadió que el CSNU ha sabido sobre los abusos sistemáticos y graves de los derechos humanos del Partido Comunista Chino (PCCH) durante décadas, pero que a menudo se hizo de la vista gorda. 

Ver el original inglés Cover-up at the UN: You Scratch My Back and I’ll Scratch Yours

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