Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación
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El dinero como misión

Newark 10.06.2020 Jpic-jp.org Traducido por: Jpic-jp.org

"Pecunia non olet", el dinero no apesta, es una frase atribuida al emperador romano Vespasiano, quien en el año 70 D.C. impuso un impuesto a la orina. San Basilio el Grande, en el siglo IV, llamaría al dinero "estiércol del diablo", un epíteto reutilizado por el papa Francisco el año pasado. Oscar Wilde dijo irónicamente: "Cuando era joven, pensaba que el dinero era lo más importante en la vida; ahora que soy viejo, sé que lo es".

San Basilio explicó el porqué de su expresión: “El pan que tú no usas es el pan de los hambrientos; la prenda que cuelgas en tu armario es la prenda de aquel que está desnudo; los zapatos que no usas son los zapatos de quien está descalzo; el dinero que guardas encerrado es el dinero de los pobres". Actúa con caridad y no cometerás tantas injusticias.

En los 400 años de vida de las entidades corporativas, las personas de fe han hablado constantemente sobre el impacto social del dinero que genera injusticia social así como soluciones y oportunidades. Los líderes judíos, cristianos y musulmanes tienen prácticas reconocidas desde hace mucho tiempo para alentar las inversiones éticas (inversiones de impacto) mientras identifican las inversiones a ser evitadas, desalentando prácticas y políticas a través del retiro o retención de inversiones (análisis o desinversiones).

Luego, mientras se producían abusos bajo el sistema racista de apartheid en Sudáfrica, un abogado, Paul Neuhauser, provocó una chispa que ocasionó un incendio. Le preguntó a su pastor qué haría su Iglesia en favor de los negros Sudafricanos. El pastor respondió: "Tú eres la Iglesia".

Inspirada por esta palabra, en mayo de 1971 la Iglesia Episcopal (que tenía acciones en la General Motors) redactó y presentó una resolución de accionistas, pidiendo a la compañía que retire sus negocios de Sudáfrica hasta que se aboliera el apartheid. El Obispo Episcopal se presentó en la reunión de Accionistas y habló sobre un imperativo moral. Este fue el acto fundador de lo que pronto se conocería como el Centro Interreligioso de Responsabilidad Corporativa  (ICCR).

El ICCR, es una asociación que aboga por la responsabilidad social corporativa, reúne a 300 organizaciones miembros, incluidas comunidades religiosas, gestores de activos, sindicatos, pensiones, ONG y otros inversores. Los miembros del ICCR abogan anualmente ante cientos de corporaciones por una mayor responsabilidad corporativa y presentan resoluciones de accionistas sobre cuestiones como el cambio climático, los derechos humanos, el gobierno corporativo, las prácticas financieras y otras preocupaciones sociales y ambientales.

Durante estos casi cincuenta años, el ICCR tiene acciones en todo el mundo en empresas porque reconocen que actuando en coalición con inversores de ideas afines, son capaces de mejorar las prácticas corporativas en asuntos ambientales, sociales y de gobernanza vitales y, al hacerlo, construir empresas sostenibles, financieramente resistentes y más responsables.

Se han desarrollado criterios y reglas para la Inversión Socialmente Responsable que sirven de base para una posición común. La práctica de los Diálogos Corporativos ha crecido a lo largo de los años, teniendo como referentes la fe y la ética, así como el compromiso para el bien común. Al principio, las empresas no tenían interés en hablar con el ICCR e intentaban pasar el diálogo a sus representantes de relaciones públicas. Sin embargo, gracias a su sólida preparación, experiencia y compromiso, los miembros de ICCR han ganado más respeto a través de estos diálogos y logran ahora desafiar las prácticas corporativas poco éticas.

Abogan a través comunicaciones y contactos con las empresas o escribiendo cartas e incluyéndolas en sesiones de diálogo. Si el diálogo no conduce a un cambio significativo, el ICCR puede considerar la opción de presentar una resolución de accionistas. En ocasiones, hay un cambio positivo en la política o acción corporativa de la empresa y, entonces, la resolución de accionistas puede ser retirada y seguida de diálogos continuos para verificar que los cambios se pongan en práctica

Hoy en día, muchas empresas reconocen que los inversores buscan por algún tipo de criterio social que cumplir garantizando beneficios sociales así como también retornos económicos y esto ejerce cierta presión sobre las empresas. De 2016 a 2018, la inversión sostenible creció en más del 38%, de 8.700 millones en 2016 a 12.000 millones en 2018. Más de uno de cada cuatro dólares en los Estados Unidos hoy - 12 de los $ 46.6 mil millones en activos bajo administración total - están involucrados en el desarrollo sostenible.

Cada cierto tiempo, el ICCR revisa los temas básicos en los que se enfocan, adaptando sus áreas prioritarias para incluir las preocupaciones y prioridades emergentes. Estos ayuda a orientar su abogacía que actualmente incluye temas principales como los siguientes: derechos humanos y tráfico de personas; agua; equidad en salud (precios de medicamentos; pandemias; empresas); integridad en el sector financiero; crisis climática; alimentación (trabajadores de temporada, OMG y enfoque de salud). La inversión Alternativa o Comunitaria está emergiendo como una nueva área de inversión socialmente responsable, porque implica apoyar proyectos basados ​​en la comunidad local, a menudo proporcionando préstamos a bajo interés que producen altos rendimientos sociales y financieros.

Un ejemplo. Los promotores de Justicia de los Dominicos de los Estados Unidos, comenzaron a trabajar en un programa nacional para el cambio Climático. Invitaron a los grupos a fundamentar el programa en la reflexión teológica y la espiritualidad para financiar la transición climática integrando los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Al no poder encontrar inversionistas apropiados, incluso después de que analizaron entre 30 y 60 fondos de inversión existentes, con la ayuda del Grupo Greystone de Morgan Stanley, abrieron un fondo mixto, público - privado. Las religiosas dominicas fueron las principales inversionistas. El Fondo de Inversión Alternativa fue lanzado en 2013 y establecido en el Noreste de EE. UU., centrándose en el cambio climático y ayudando a las comunidades marginadas afectadas por el calentamiento global.

Se pudo recaudar 110 millones de dólares.

Sí, el dinero puede ser el estiércol del demonio, pero en este momento de crisis por la pandemia estaríamos de acuerdo con una de las citas de Mark Twain ligeramente corregida: "La falta de dinero es la raíz, sino de todos, de muchos males". Brindar recursos financieros a las personas pobres es una forma de defensa de la caridad.

Para saber más Alineando Dinero y Misión: El Enfoque del Papa Francisco  

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Los comentarios de nuestros lectores (1)

M-H. 06.07.2020 Very thought-provoking, especially the last sentence.