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Las personas y los valores están interconectados

Kinshasa 26.08.2021 Jpic-jp.org Traducido por: Jpic-jp.org

La abogacía es tanto defender a las personas, especialmente a los pobres y vulnerables, como las acciones que defienden los valores. Sin embargo, dividir los dos, personas y valores, lleva a la abogacía a la disyuntiva de convertirse en una cuestión ideológica ambigua.

Se vuelve evidente, entonces, que un conjunto claro de valores en el trasfondo de cualquier defensa es de extrema necesidad. Dos ejemplos significativos estuvieron en las primeras páginas durante estas semanas.

En el sitio web de la ONG/CSW, ha aparecido un documento que defiende y apoya la posición de que el “trabajo sexual” es un principio feminista. La declaración provocó una reacción a través de una carta propuesta para que la firmen organizaciones e individuos de todo el mundo. En la carta, se declara la preocupación y la oposición a esta iniciativa por apoyarse sobre la inclusión y la inter seccionalidad del movimiento feminista para promover la prostitución. “Creemos que la noción de que el trabajo sexual es trabajo -dice el documento- es fundamentalmente incompatible con los valores establecidos en una declaración La Afirmación de los Principios Feministas que quiere oponerse a la explotación y la discriminación en todas sus formas. Sabemos que el comercio sexual se alimenta sistemáticamente de la pobreza y daña de manera desproporcionada a las mujeres de color, los niños, las mujeres trans y otras comunidades marginadas. Cualquier esfuerzo por legitimarlo como una alternativa a la educación y el empleo es contraproducente para nuestro objetivo colectivo a largo plazo de la igualdad de género”.

Al mismo tiempo, el cardenal Joseph W. Tobin, arzobispo de Newark (NJ-US) expresaba su preocupación porque el proyecto de presupuesto federal de los Estados Unidos quería eliminar la Enmienda Hyde, “que, durante 45 años, ha prohibido el uso de fondos federales para el aborto". Explica: "A la Enmienda Hyde se le reconoce haber salvado la vida de millones de niños. Ahora, el poderoso lobby pro-aborto y los miembros del Congreso están pidiendo la eliminación de esta Enmienda y la implementación de una política que designaría miles de millones de dólares de los contribuyentes norteamericanos para abortos selectivos”, incluso en países extranjeros. “El aborto financiado por los contribuyentes representa una falta de reconocimiento de la santidad de la vida humana y promueve una cultura en la que la vida humana en su momento más vulnerable se percibe como desechable. Tal propuesta se la ofrece a las mujeres pobres como la solución rápida que necesitan a un problema complejo".

La preocupación del cardenal Joseph, sin embargo, se queda corta. La supresión de la Enmienda Hyde y toda acción que promueva el aborto en África, por ejemplo, no sería un tsunami moral sino social. Reforzará la idea de que los países ricos 'quieren matar gente' en los países pobres para disminuir la población mundial. Como resultado, por ejemplo, Sudán del Sur está a punto de devolver las 124.000 dosis de la vacuna anti Covid porque para los africanos, Covid y las vacunas son, como el aborto, políticas europeas para matar a los africanos. Lo que, por cierto, crearía en África la temida gran bolsa de infecciones que luego se propagaría por Europa y el mundo a través de las migraciones, un resultado exactamente contrario de lo que muchas organizaciones mundiales quisieran lograr enviando vacunas gratuitas a África. 

Como dijo el Papa Francisco, el aborto “no es una cuestión principalmente religiosa, sino de ética humana”, y agreguemos una cuestión social. Se piense en China: después de su política del hijo único, pasó a permitir dos hijos y ahora tres. Sin embargo, sin eliminar el aborto selectivo. China tiene 120 hombres por 90 mujeres, lo que es un grave problema social. ¿La solución? Lo que hicieron los romanos, el secuestro de las mujeres sabinas. Para China, la solución viene de Tailandia y Myanmar a través del tráfico de mujeres y niñas. ¿Nos sorprende entonces por qué China vete la intervención de la ONU contra la dictadura militar en Myanmar? China vende armas y quita mujeres a Myanmar y, recordemos, China juega un papel imaginario prominente en la opinión social y pública en África.

Volviendo al primer ejemplo, la carta citada continúa afirmando: “La prostitución es una expresión clara de los sistemas patriarcales de poder”, que oprime a las mujeres. Por ende, continúa: “Debemos reconocer que el derecho de los hombres a los cuerpos de otras personas es un sello distintivo de la esclavitud, del colonialismo y de otras formas de racismo, genocidio y dominación. El comercio de la prostitución es contrario a la igualdad".

La abogacía tiene como objetivo la universalidad de los derechos humanos, la no discriminación y la ausencia de violencia, así como el entendimiento de que los derechos humanos son inherentes a todas las personas, independientemente de su sexo o género. Por lo tanto, resulta cada día más claro que la presunción de defender a un grupo social cualquiera, incluso a una minoría, sin asentar la defensa sobre las bases sólidas de valores universales y aceptados, es solo una acción ideológica estéril.

"No se puede enfatizar lo suficiente", dice el Papa Francisco, "cómo todo está interconectado". El Papa se refiere a este principio para explorar las causas fundamentales de la degradación ambiental, vinculándola con estructuras sociales corruptas, fallas humanas, injusticia y desigualdad. Tampoco podemos separar la promoción de los derechos humanos de la defensa de los valores humanos, porque las personas y los valores están interconectados.

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Los comentarios de nuestros lectores (1)

Manariho Etienne 04.09.2021 Le Hyde amendement interdit d'employer l'argent des taxes payées par les nord-américains dans les pays étrangers, et cela pour le respect soit des décisions internes aux autres pays, soit des croyances religieuses des contribuables nord-américains. Cela dit il faut distinguer d’une part les avortements produits d'une politique de limitation de population, chez soi ou chez les autres, et les avortements sélectifs pour choisir le sexe de l'enfant ou pour une politique d'eugénisme, qui sont tous deux condamnables. D’autre part les es avortements de détresse venant de femmes en grande difficulté ou victimes de viol, où la compassion s'impose, demande un autre approche. Les avortements clandestins produisent morts et stérilités et demandent des actions d'accompagnement, de formation et d’éducation des hommes et des femmes dès le plus jeune âge. L'action, et donc la dimension éthique, n'est pas identique dans ces différents types de situation. Le respect de choix de chaque personne est sacré. Il faut aussi considérer les conséquences sociales de toute décision publique. L'article rappelle, à titre d’exemple, l'hiver démographique qui a des conséquences énormes surtout sur les plus faibles de la société. Ils sont les premiers à souffrir une réduction des possibilités financières de l'Etat pour les services sociaux.