Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación
Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación
Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación
Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación
Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación

¿Por qué hay tanta desigualdad en el mundo?

Comboni Missionaries' Newsletter 28.02.2020 Fr. Shay Cullen Traducido por: Jpic-jp.org

Hay pobreza extrema en el mundo: el 1% de las personas ricas tienen más dinero y riqueza que la que tienen 4.600 millones de personas que tienen casi nada. En todo el mundo hay unos 735 millones de personas en extrema pobreza y en las Filipinas se estima que son 6 millones. ¿Por qué hay tanta desigualdad en el mundo?

¿Puede el poder de la bondad traer justicia social y superar el daño devastador hecho por personas poderosas y egoístas? Estas deben ser desafiadas, opuestas y resistidas por aquellos dedicados y comprometidos a hacer el bien. La humanidad se desarrolla cuando hay intercambio, cooperación, justicia, libertad e igualdad entre las personas. Cuando estos valores impregnan la vida diaria, traen paz, armonía y bienestar. La gente tiene que cambiar las fuerzas políticas y económicas en las que les permitan una vida de paz.

Cada uno de nosotros puede ayudar a nuestro vecino y encontrar formas de abrir la jaula de la pobreza y dejarlos volar libres. Todos necesitan un trabajo y un salario justo para mantener a su familia. La siguiente es una historia real, una que se repite muchas veces.

Lusito era hijo de una familia sin hogar, que vivía en el hambre y la pobreza bajo telas al borde de una playa. Su padre era pescador, pero cuando las autoridades pesqueras internacionales otorgaron permisos de pesca comercial en aguas filipinas a funcionarios corruptos, los peces desaparecieron. Miles de filipinos fueron arrojados al pozo de la pobreza. Lusito, entonces de 15 años, el mayor, recogía basura, botellas de plástico, cualquier cosa que pudiera vender por unos cuantos puñados de arroz. Eso es todo lo que tenían y no fue suficiente. La enfermedad se llevó a su padre.

Un día, Lusito, que estaba demacrado de hambre, fue visto por el dueño de una tienda de cestería quien lo invitó a aprender a tejer cestas. Era una persona de conciencia que vio, juzgó lo correcto y lo hizo. Lusito se sorprendió cuando le pagaron, por adelantado, una generosa asignación de aprendiz. Inmediatamente compró arroz y pescado para la familia, el primero que comían en semanas. Estaba totalmente decidido a tener éxito y se unió a varios trabajadores en la pequeña fábrica. Rápidamente se convirtió en un trabajador calificado y se le pagó un salario justo más alto y se le dio refugio en el taller.

Lusito vio la manera de superar la pobreza. Asistió a clases nocturnas y se graduó de la escuela secundaria y, con la ayuda del dueño de la tienda de cestas, finalmente se graduó de la universidad y encontró un trabajo administrativo. Salvó a su familia y a sus propios hijos. Se convirtieron en graduados universitarios y hoy tienen buenos trabajos. Esa fue y es la excepción más que la realidad común.

Eso fue hace treinta años. La población filipina ahora es de 110 millones y aunque la pobreza ha disminuido, hay 23,1 millones de filipinos que aún pasan hambre cada día, de 28,8 millones en 2016 según la encuesta del Banco Mundial. Siguen siendo 23 millones, demasiados. Sin embargo, muchos más millones de filipinos, quienes, aunque no pasen mucha hambre, viven todavía en la pobreza.

El mundo se enfrenta con nuevos desafíos económicos y se necesitan nuevas calificaciones y habilidades para hacer que haya una economía justa donde los jóvenes de hoy encuentren buenos salarios en trabajos de alta tecnología con dignidad e igualdad. La nación necesita producir más productos de alto valor de una manera sostenible que proteja el medio ambiente y cure un planeta que se està deteriorando. Para ayudar a lograr esto, el Papa Francisco planeaba lanzar una nueva iniciativa, la "Economía de Francisco" en una reunión mundial de economistas y empresarios con conciencia ética a llevarse a cabo en Asís (Italia), en el pasado mes de marzo.

Se necesita, en verdad, una urgente acción global. Millones de personas en todo el mundo exigen cambios y se niegan a ser sumisas, remisivas o a vivir con miedo a los pudientes. Ahora protestan contra la desigualdad, los bajos salarios, la pobreza, el desempleo, la destrucción del medio ambiente. Alzan sus voces en manifestaciones, marchas y demostraciones o abogan en silencio y crean conciencia pública sobre la injusticia social. La igualdad tendrá que venir y los gobiernos justos la impondrán por acciones que van desde los impuestos a los ricos a la obligación a pagar por ley salarios más altos y así permitir a los gobiernos proporcionar desarrollo social, salud, vivienda y empleo con salarios justos. Se supone que el gobierno está al servicio de la gente, para la gente, por la gente a fin de superar la pobreza.

Los ricos que controlan el congreso, gobiernan por dinastía familiar, rara vez legislarán en contra de sus propios intereses y solo lo harán bajo una presión pública intensa.

¿Qué se debe hacer, entonces, para superar la pobreza?

Primero se deben derrotar y eliminar a los funcionarios corruptos. Los políticos prometen hacer esto para ser elegidos y tener poder, pero ellos mismos en su mayoría son corruptos. Como reporta el Philippine Daily Inquirer en enero de 2020: “Filipinas bajó de 14 lugares de su clasificación anterior en el último Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), como indica en su clasificación el organismo de control mundial anticorrupción Transparencia Internacional. En el Índice de Percepción de la Corrupción de 2019, Filipinas obtuvo 34 puntos que la hice aterrizar en el lugar 113, una disminución de 14 puestos desde el rango anterior de 99a que tenía en el 2018".

A pesar de esa verdad irritante y dolorosa, ha habido también cambios para bien. Hay millones de niños y jóvenes que reciben una mejor educación hoy en día gracias a que en las Filipinas hay mucha gente de bondad, con conciencia social, que no toleran la injusticia y la pobreza y presionan y presionan a los funcionarios del gobierno para que actúen con más justicia.  Es un progreso gradual lento y frustrante.

Los jóvenes y trabajadores inquietos no pueden esperar; exigen trabajos, salarios y beneficios más altos, una vida libre de hambre y miseria.  Los ricos se oponen, ya que se enriquecen pagando bajos salarios, con leyes laborales restrictivas, con trabajadores por contrato a corto plazo, con explotación y saqueo de los recursos naturales y con pago de impuestos bajos o nulos. Y congelando los movimientos obreros.

Los trabajadores calificados se sienten frustrados y migran llevándose su capacidad intelectual, sus habilidades y conocimientos. Filipinas podría reducir la tasa de pobreza si el gobierno invirtiera en la capacitación en tecnología avanzada y alentara a las empresas a crear empleos de mayor valor para producir productos de más alto valor. Esto le daría más poder adquisitivo a la gente, lo que a su vez, estimularía un mayor crecimiento económico. Romper el ciclo de la pobreza ocurrirá solamente cuando la gente en muchos millones desarrollen una mejor conciencia social, tengan compasión y den igualdad de oportunidades a los pobres al compartir su riqueza. Juntos se puede ayudar a los pobres a salir de la pobreza y abrir la puerta de la jaula para que puedan volar libremente.

Ver el artículo en su publicación original, Why is there so much inequality in the world?

Deje un comentario