Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación
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Tradiciones religiosas al servicio de la ciencia

29.05.2016 Jason Daley Unos sacerdotes japoneses han estado recolectando información climatológica por casi siete siglos. Los registros históricos pertenecientes a estos “científicos ciudadanos” de Japón y Finlandia facilitaron a los investigadores siglos de datos sobre las condiciones de los glaciares.

Casi todos los inviernos después de que el lago Suwa ubicado en los Alpes Japoneses se congela, el dios sintoísta Takeminakata cruza el glaciar para visitar a la diosa Yasakatome en su santuario, formando crestas de hielo conocido como omiwatari (el camino de dios en japonés). Eso es lo que al menos creen los sacerdotes que viven en las riberas del lago. Cuando el lago se congela, llevan a cabo un ritual de purificación y una celebración en honor a la cresta que se ha formado, y usan su orientación y lugar de origen para pronosticar la cosecha y la pluviometría para el siguiente año.

Los sacerdotes mantuvieron documentos del acontecimiento desde principios del año 1443 y esto creó, sin que se dieron cuenta, una serie masiva de datos sobre las condiciones climáticas. Para entender los efectos del cambio climático en aguas continentales, el biólogo de la York University, Sapna Sharma, y el especialista en limnología de la Universidad de Wisconsin, John J. Magnuson, han comparado dichos datos con los registros de la ruptura de hielo que ocurre en el río Torne de Finlandia. En una conferencia de prensa, Sharma sostuvo lo siguiente: “Los que vieron y registraron estos acontecimientos glaciares año por año durante muchos siglos recopilaron esta información mucho antes de que el cambio climático fuera un tema de discusión”.

El estudio, que ha sido publicado en la revista Scientific Reports, muestra que la fecha anual de descongelamiento del lago Suwa ha ido cambiando de forma muy lenta, aproximadamente a 0,19 días más temprano por cada década. Sin embargo, el cambio de la fecha anual dio un drástico brinco con un promedio de 4.6 días por década una vez que la Revolución Industrial ha comenzado.

Antes de que esta revolución empezara a finales del siglo XVIII, el lago se congelaba 99 por ciento de las veces: no se congeló sólo tres veces en los tres siglos previos al 18°. Hoy en día, se congela por completo sólo la mitad de las veces, y en la última década no se ha congelado cinco veces, escribe Lisa Borre de la revista National Geographic.

En 1693, el mercader finlandés Olof Ahlbom comenzó a anotar los datos y el tiempo en que el hielo se rompía en el río Torne, que es parte del borde entre Suecia y Finlandia y fluye desde el Ártico hasta el Mar Báltico. Una guerra interrumpió con lo que hacía entre los años 1715 y 1721, pero por lo demás el registro ha sido mantenido desde entonces por otros observadores.

La información que se tiene del río Torne es similar a la del lago Suwa. Mientras que entre los años 1693 y 1799 hubo solamente cuatro años extremadamente cálidos al punto de causar que el hielo se rompiera en el mes de abril, esto ha pasado hasta cinco en la última década. Magnuson sostiene en un comunicado de prensa que “Aunque las aguas de Suwa y Torne estén a medio mundo lejos una de la otro y sean tan diferentes, los patrones generales son similares en ambos sistemas”.

Según Borre, lo descubierto  coincide con otros estudios que han identificado cambios similares en el ciclo climático North Atlantic Oscillation (la diferencia media estacional de presión del aire entre las estaciones) y El Niño Southern Oscillation (la variación periódica irregular en los vientos y las temperaturas de la superficie del mar sobre el Océano Pacífico oriental tropical), que afectan a gran parte de la capa de hielo en los lagos y ríos de todo el mundo. Pero el mayor descubrimiento consiste en el hecho que se podría encontrar más información de gran valor concerniente al cambio climático en documentos inesperados.

Magnuson le comenta a Borre: “Lo que ha resultado más interesante por mí es que hemos podido incluir en nuestro análisis los registros de hielo más abundante del mundo que personas comunes hayan observado. La información obtenida sobre tanto tiempo de dos sistemas de agua dulce en partes del mundo tan distantes muestra un mismo patrón general que es uno de nuestros hallazgos clave… los cuales son consistentes con otras investigaciones que muestran un patrón de cambio después de la revolución industrial.”

Fuente: http://www.smithsonianmag.com/smart-news/japanese-priests-collected-almost-seven-centuries-climate-data-180958929/?no-ist

Para saber más: http://www.lavanguardia.com/natural/20160428/401430808630/monje-japon-cambio-climatico.html

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