Esta votación del primer tratado global para regular el comercio internacional de armas constituye “un momento increíble” que marca el inicio de una nueva era. Esta histórica votación envía un mensaje claro a los traficantes de armas y violadores de los derechos humanos: su tiempo ha terminado. “A partir de ahora, ya no podrán operar y armarse con impunidad. El mundo estará observándoles y los responsabilizará por sus actos”, asegura Anna Macdonald, directora de Armas bajo Control de Oxfam Internacional.

Después de seis años de negociaciones diplomáticas y más de 10 años de campaña de la sociedad civil, los Estados Miembros de las Naciones Unidas han votado a favor del TCA con una aplastante mayoría (155 votos SI, 3 Votos NO, 22 abstenciones). El Tratado consagra, en el nuevo derecho internacional, un conjunto de reglas claras para todas las transferencias mundiales de armas y municiones.

La votación en la Asamblea General de la ONU ha tenido lugar tan solo cinco días después de que Irán, Corea del Norte y Siria boquearan la adopción del Tratado por consenso, en una tensa sesión en la última jornada de la Conferencia final sobre el TCA. Después de que el consenso fuera bloqueado, los Estados se movilizaron rápidamente para aprobar el Tratado por votación en la Asamblea General: se impuso la voluntad de la mayoría y no la de una pequeña minoría decidida a arruinar el proceso.

El Tratado establece obligaciones vinculantes: los gobiernos deberán evaluar todas las transferencias de armas y garantizar que no sean utilizadas para cometer abusos contra los derechos humanos, actos de terrorismo, crímenes internacionales organizados o en violaciones del derecho internacional humanitario. Los gobiernos deberán además rechazar cualquier transferencia de armas si existe el riesgo de que el país receptor las utilice en violación de los derechos humanos o en crímenes de guerra.

“Desde las calles de Latinoamérica, a los campamentos en el este del Congo, a los valles de Afganistán, las comunidades que viven con el temor de ataques por un comercio de armas no regulado ahora pueden esperar un futuro más seguro. El mundo será un lugar más seguro para vivir una vez que el Tratado sea aplicado”, repite la coalición Armas bajo Control, que representa a más de 100 organizaciones de la sociedad civil que trabajan en 120 países.

Ahora, los gobiernos deberán iniciar inmediatamente el proceso de firma y ratificación: es imperativo que los gobiernos que han votado a favor del Tratado demuestren su compromiso y establezca los más altos estándares internacionales posibles en su aplicación, incluyendo todas las armas convencionales en sus listas de control y haciendo explícito que siempre van a rechazar las transferencias de armas cuando exista un riesgo sustancial de vulneración de los derechos humanos y del derecho humanitario. Por ende, el trabajo no termina aquí. Se debe hacer todo lo posible para que este Tratado realmente produzca cambios positivos sobre el terreno. “Los Estados deben ratificar el TCA lo antes posible, y hacer de su rápida aplicación una prioridad”.