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Religiosas dominicas crean su propio fondo para respuestas climáticas

The Beacon 29.06.2020 Angely Mercado Traducido por: Jpic-jp.org

Hace cinco años, el Papa Francisco publicó la encíclica “Laudato Si”, en la que hacía un llamado a la justicia ambiental y un cambio social fundamental frente al calentamiento global. Para conmemorar la ocasión, en junio de 2020, el Vaticano instaba a los católicos a tomar medidas prácticas para cumplir con esta misión y alentaba a los católicos a desinvertir en industrias basadas en combustibles fósiles.

En los últimos años, muchas organizaciones religiosas han hecho declaraciones audaces acerca de que la justicia climática es un componente clave de su fe y cuidado de la Tierra y da la humanidad. Bill McKibben, un ecologista desde siempre, en septiembre de 2019 fue citado en The Washington Post: “El llamado del evangelio a amar al prójimo es, en nuestro tiempo y contexto, un serio llamado a hacer algo sobre el cambio climático porque, en este momento, estamos ahogando a nuestros vecinos, los estamos enfermando, y haciendo para ellos imposible cultivar su comida".

Respondiendo a las llamadas del Vaticano, 16 congregaciones de religiosas dominicas con sede en los Estados Unidos han iniciado, en colaboración con la Morgan Stanley, la creación de un "fondo para soluciones climáticas" de $130 millones. En un comunicado de prensa, el banco calificó al fondo como "la primera colaboración de este tipo, para encontrar respuestas de inversión que se centren en el cambio climático y ayuden a las comunidades marginadas que se ven afectadas de manera desproporcionada por el calentamiento global". Ejemplos del enfoque "holístico" del fondo para las soluciones climáticas incluyen "inversiones en software de eficiencia energética", así como "soluciones más avanzadas para producir frutas con sistemas de riego hidropónico que ahorran agua".

La Hermana Patricia Daly, religiosa de una congregación con sede en Caldwell, Nueva Jersey, ayudó a crear el fondo que las religiosas comenzaron a organizar en 2018 después de juntar $46 millones. Daly sostiene que las hermanas siempre han querido invertir en empresas y tecnologías que promueven activamente los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, que incluyen acabar con la pobreza, mejorar el acceso a energía limpia y frenar el cambio climático.

No habiendo podido encontrar un fondo con esos enfoques, dado que la mayoría de los fondos de inversión sostenibles no abordan de manera integral todos los objetivos, las congregaciones se dirigieron a la Morgan Stanley para crear ellas mismas un nuevo fondo y establecer estándares para inversiones futuras.

“Este fondo busca inversiones de impacto y no de análisis”, afirma Angelo Collins, miembro del consejo de liderazgo de las Hermanas Dominicas en Wisconsin. "Los asesores y administradores de fondos buscan apoyar y proporcionan inversiones en corporaciones que están realizando proyectos concretos". Según Collins, muchas congregaciones dominicas de los Estados Unidos consideran la justicia social como un principio fundamental en la práctica de su fe, y que el fondo llevará la justicia social a la vanguardia en los esfuerzos de inversión de la Iglesia.

Daly espera que esta iniciativa atraiga inversores de todo tipo y no solo organizaciones religiosas. “Hemos querido esto no solo para nosotros, no solo para las comunidades religiosas, sino también para otros inversionistas. De hecho, hay también organizaciones de cuidado para la salud y otros inversores privados que se han sumado a esta iniciativa”.

En su comunicado de prensa, la Morgan Stanley enfatizó que el fondo invertirá en empresas que persigan de manera proactiva objetivos climáticos sostenibles y equitativos. “Cada dólar invertido en nuestro programa climático buscará tener una medición concreta sobre el impacto climático que vaya desde la reducción de la de emisiones CO2 y los litros de agua ahorrados, hasta la reducción de los niveles de contaminación del aire, además de generar retornos atractivos para las inversiones privadas”.

Esta no es la primera vez que las Hermanas Católicas se involucran en estos temas. En diciembre de 2019, la BlackRock tuvo que enfrentarse con las críticas de un fondo de inversión que representa a 9.000 religiosas de Las Hermanas de la Misericordia de las Américas, declarando quienes la acusaban de estar fallando a sus inversionistas y al planeta al negarse a ser más activo en la desinversión de combustibles fósiles en sus activos.

Seamos o no personas de fe, nunca hubo un mejor momento para tomar parte en acciones climáticas, tomando el ejemplo de estas Hermanas. Tenemos el poder de crear el futuro sostenible que deseamos ver para nosotros y nuestro prójimo.

Vea Religiosas Dedicadas A La Justicia Social Crean un Fondo de Soluciones Climáticas y Conozca a las religiosas Dominicas que crearon su propio fondo de soluciones climáticas

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Los comentarios de nuestros lectores (1)

Margaret Handerson 26.11.2020 Good to end on an optimistic note! An excellent idea, creating an investment fund with a strong climate-responsible ethos. So good, too, that the nuns are managing to use such a well-known company as Morgan Stanley.