El hecho de que varios civiles estuvieran disfrutando de una salida nocturna, cuando de repente se encontraron cara a cara con un pelotón virtual de fusilamiento, desafía toda imaginación. Fue un ataque aterrador contra individuos  desprevenidos que tenía todas las señas de Satanás. Sin embargo, es evidente que había algo de gordo en ese lugar, un gran innombrable que nadie se atreve a nombrar.
El alcalde de Londres, Boris Johnson, se refirió a los responsables, terroristas del Estado Islámico, como a “cultores de la muerte” que lo es sin duda alguna*.  Pero lo que los comentaristas deliberadamente pasaron por alto, junto con la conexión judía de la sala de conciertos Bataclan, ha sido el enlace de ese extremismo satánico con la naturaleza oscura del concierto que cobró la mayoría de las vidas.

The Eagles of Death Metal (el nombre de la banda) al parecer había recién empezado a tocar el tema musical Kiss the devil, o en español el besa al diablo. La letra decía: ¿Quién va a amar al diablo? ¿Quién va a cantar su canción? Yo amaré al diablo y a su canción. Es el instante cuando los asesinos abrieron fuego y el auditorio se transformó en un espacio del diablo. Fantasía hecha realidad, ya que un testigo lo describió como “el infierno”.  De ninguna forma sugiero que las víctimas se lo hayan buscado, lo que estoy diciendo es que la sociedad occidental en general es parcialmente responsable. Colectivamente, traicionando nuestros principios judeocristianos, hemos bajado la guardia contra las fuerzas demoníacas que se están desatando con tal ferocidad.

¿"Profecías" de los medios de comunicación?
En el diario Mail on Sunday, se hacía mención de un informe “profético” de mayo precedente titulado Med boats' secret cargo: jihadis bound for Britain (El cargamento secreto de los barcos mediterráneos: yihadistas con destino a Gran Bretaña) El mismo diario también informó de la "escalofriante profecía" de una controvertida película sobre un ataque terrorista en París, que estaba a punto de estrenarse en los cines franceses, y que tuvo que ser suspendida en dos ocasiones ya que las cosas sucedieron realmente (Estaba también por proyectarse a principios de este año pero fue retirada tras los ataques al Charlie Hebdo y al supermercado judío). Casi nadie en los medios de comunicación habla de una profecía bíblica, pero eso ayudaría a esclarecer este oscuro asunto. Por ejemplo, se podría decir que este mundo estaría lleno de violencia, como en los días de Noé, justo antes del regreso de Jesús para establecer su reino de paz.

¿A qué se refieren cuando hablan de “civilización”?
Los políticos se han referido a la masacre de París como un “ataque contra la civilización”. Pero mi reacción es: ¿a qué se refieren cuando hablan de civilización? Al parecer, cómodos en nuestros salones, solo nos obsesionan fantasías oscuras y espeluznantes, junto a imágenes de violencia. Nos alegramos por nuestra cultura de “libertad”, comprada a un gran precio con dos guerras mundiales y, antes de eso, con la sangre de los mártires cristianos. Estos fueron mandados a la hoguera por hablar de la palabra de Dios, que ahora ha sido descartada y echada al viento, con el fin de reemplazarla con un relativismo moral donde prácticamente no hay reglas de vida; dónde se promueve la muerte (con el aborto y la eutanasia, entre otras cosas) y que se propone a “redefinir” el matrimonio, la familia y la sociedad entera.

Homofobia y la hispanofobia están entre muchas de las prohibiciones políticamente correctas que han sustituido a los Diez Mandamientos... Posiblemente, es sólo cuestión de tiempo antes que  se nos niegue la libertad de decir que Jesús es el único camino a Dios con temor a ofender a las demás religiones. Pero nuestra civilización fue construida sobre esta misma declaración: Le creímos porque era totalmente auténtico, y resucitó de entre los muertos. No obligamos a nadie a creer en él; simplemente declaramos la verdad sobre él.

Sin embargo, nuestras defensas morales han bajado, se han abierto grietas en nuestros muros, y los principios de nuestra civilización judeocristiana han sido desautorizados. Es por ello, que nuestra sociedad está fuera de equilibrio en grave peligro de colapsarse. No puedo hablar en nombre de Francia y del resto de Europa pero, en mi opinión, el tiempo se le acaba a Gran Bretaña. El icónico reloj Big Ben, que se ha convertido en un símbolo del Reino Unido en el mundo, ha sido recientemente sometido a reparaciones con urgencia, con temores de que ya no fuera posible hacerlo. Es, desde luego, parte del conjunto del bien conocido Parlamento, que está también en peligro de irse al suelo, arrastrando consigo los discursos de los diputados: existe la posibilidad de que se tengan que mudar de lugar.

Construyendo sobre la arena

Alguna vez fuimos una gran nación que enviaba misioneros por el mundo con el fin de compartir aquella buena noticia de Jesús, que es capaz de crear un cambio de vida (y de hecho, un cambio de nación). Sin embargo, hoy en día hemos arrojado afuera lo que alguna vez fue lo más sagrado para nosotros. Jesús nos dijo que construyéramos sobre la roca, pero hemos construido sobre arena.

En lugar de construir sobre la roca que ha resistido la prueba del tiempo, el fundamento seguro y cierto que es Cristo, la certeza de su resurrección de entre los muertos, y su regreso para establecer un reino eterno, hemos construido sobre la arena movediza del apaciguamiento, de la incertidumbre y del bienestar a corto plazo. Pero aun hay esperanza. Que uno de nuestros líderes proponga un día nacional de oración, ¡este es mi pedido!

Fuente

http://www.prophecytoday.uk/item/252-dancing-with-the-devil.html#.Vk9kGZ7PzX4.email

*Johnson, B. ¿El estado Islámico? Este culto a la muerte no es un estado y de seguro que no es islámico. The Telegraph, 28 de Junio ​​de 2015.