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La comida que cura. Enseñanzas de Santa Hildegarda

Newsletter Missionari Comboniani 26.05.2023 Equipe dei Missionari Comboniani Traducido por: Jpic-jp.org

Centros dietéticos, dieta sana y equilibrada, alimentos ecológicos, comida lenta o rápida, programas alimentarios, cómo comer, cuándo comer y por qué ayunar. Para los pobres el problema es cómo conseguir comida, para los ricos cómo comer correctamente. Ahora también hay un problema global: cómo gestionar la producción de alimentos respetando el medio ambiente. Pocos saben que la primera ecologista que habló de sana alimentación fue una santa, santa Hildegarda de Bingen.

Hildegarda de Bingen vivió entre 1098 y 1179 en la actual Alemania y fue declarada santa y doctora de la Iglesia católica por el Papa Benedicto XVI en 2012. Se la puede considerar una de las primeras ecologistas de la historia escrita (las más antiguas transmitidas oralmente suelen perderse): ya antes que Francisco de Asís, había comprendido la importancia fundamental de respetar el medio ambiente y todas sus criaturas.

Lo hacía en homenaje al Creador, pero también porque comprendía que el ser humano está hecho de la misma materia que cualquier otro ser. Destruir la naturaleza equivale a destruir a la propia humanidad, porque la naturaleza cuida de nosotros y nosotros debemos cuidar de la naturaleza, respetando su entorno, sus ritmos y sus criaturas.

Monja benedictina y maestra de espiritualidad ya famosa en su época, Hildegarda también es considerada una maestra en el uso de las plantas silvestres para la alimentación y el cuidado y bienestar de las personas: "En cada criatura que viene de Dios, incluso en la que parece más inútil, hay alguna utilidad, aunque los humanos no lo sepan".

En su opinión, son "criaturas" las plantas y los árboles, las piedras y los peces, las aves, los animales y los reptiles, pero también los elementos y los metales. No son sólo cosas que conocer, clasificar y estudiar, sino verdaderos concentrados de principios y sustancias útiles para la curación y la alimentación. Muchas de sus intuiciones en el campo de la herboristería y la nutrición fueron confirmadas posteriormente por estudios científicos: "Todo es útil para algo; hay que saber qué es y ser capaz de tratar plantas y animales de la manera adecuada para extraer de ellos su utilidad intrínseca".

En sus innumerables escritos, Hildegarda entra en detalles e indica qué animales y plantas son comestibles y para qué sirven, sugiere remedios para su tratamiento y también información útil para una alimentación sana y equilibrada, esencial para vivir con salud y armonía: "Si un ser humano sufre fatiga y miedo, es porque se ha alimentado con comidas y bebidas inadecuadas, y en su cuerpo se han acumulado sustancias y jugos nocivos".

Son muchos los libros y manuscritos que la santa dejó basados en sus visiones, y por ellos sabemos que, en la Edad Media, muchas de las plantas silvestres conocidas y utilizadas hoy ya eran ingredientes fundamentales de platos y tratamientos que Hildegarda usaba y recomendaba.

En el "Libro de las criaturas", menciona las ortigas, las malvas, las amapolas, la mostaza silvestre, el llantén, el muelle y muchas otras hierbas silvestres, especies y árboles.

También indica "recetas" para una dieta sana y "curativa": "Por ejemplo, la Nuez Moscada tiene un gran calor y un feliz equilibrio en sus elementos. Quien come nuez moscada abre su corazón, purifica sus sentidos y extrae de ella buenas disposiciones. Toma una nuez moscada, un poco de canela (del mismo peso que la nuez moscada), unos cuantos clavos de harofalo y tritúralo todo hasta convertirlo en polvo. Luego, con ese polvo, con harina de sémola y un poco de agua, prepara galletas y cómelas a menudo: esto aplaca la amargura del corazón y de la mente, abre el corazón y los sentidos, alegra la mente, reduce el mal humor, da buen fluido a la sangre y fortalece el cuerpo. De estas indicaciones se derivó una receta más moderna: las galletas de la alegría".

Santa Hildegarda sostenía que el cuerpo, el espíritu, el alma y el entorno son los cuatro pilares de la salud y están estrechamente relacionados y, por tanto, que la alimentación también tiene un efecto directo sobre las emociones humanas.

Según la teoría de los cuatro estados de ánimo, popular en la época, la tristeza y la ira provocan numerosas enfermedades y para neutralizar estos estados de ánimo nocivos, Hildegarda invitaba a consumir algunos alimentos revitalizantes y curativos, "fuente de alegría". De este modo, introducía ya el concepto de "comida curativa".

Foto. Lena Deckert - Santa Hildegarda de Bingen, vidriera de Sieger Koder en la abadía de Benediktbeuern, Alemania. 123rf

Ver, Saints and Nature. Hildegard. The healing foo

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Los comentarios de nuestros lectores (1)

Libia Padilla 22.11.2023 me gustaria saber mas acerca de la piel con la vilis del conejo gracias