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Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo

Newark 08.01.2019 Redazione di Jpic-jp.org Traducido por: Jpic-jp.org

Pese a que la tasa de pobreza mundial se ha reducido a la mitad desde el año 2000, en las regiones en desarrollo una de cada diez personas, y sus familias, sigue aún subsistiendo con 1,90 dólares diarios y hay millones más que ganan poco más que esta cantidad diaria. Se han logrado avances significativos en muchos países del Asia oriental y sudoriental, pero casi el 42% de la población del África Subsahariana continúa viviendo por debajo del umbral de la pobreza.

Se teme que esta tasa aumente en los próximos años, debido a la aparición de nuevas amenazas como el cambio climático, el terrorismo, la inseguridad alimentaria y los conflictos. La pobreza, además, va más allá de la falta de ingresos y recursos para garantizar unos medios de vida sostenibles. La pobreza es un problema de derechos humanos. Entre las distintas manifestaciones de la pobreza figuran el hambre, la malnutrición, la falta de una vivienda digna y el acceso limitado a otros servicios básicos como la educación o la salud. También se encuentran la discriminación y la exclusión social, que incluye la ausencia de la participación de los pobres en la adopción de decisiones, especialmente de aquellas que les afectan.

El Objetivo 1 es entonces un compromiso ambicioso que mira a erradicar la pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la pobreza extrema. Se trata de alcanzar, para 2030, los siguientes objetivos:- erradicar por completo la pobreza extrema en todo el mundo, que se considera tal si uno vive con menos de $ 1.25 por día;

- reducir por lo menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza según lo define cada país;

- establecer sistemas y medidas de protección social para todos, adaptados al contexto nacional, incluida la protección social, y garantizar que una parte significativa de los pobres y vulnerables se beneficien de ellos;

- garantizar que todos los hombres y mujeres, especialmente los pobres y vulnerables, tengan los mismos accesos a los recursos económicos y a los servicios básicos, a la propiedad y al control de la tierra, y a otras formas de propiedad, herencia y recursos naturales y a las nuevas tecnologías y servicios financieros adecuados, incluidas las micro finanzas;

- fortalecer la capacidad de recuperación de las personas pobres y vulnerables y reducir su exposición y vulnerabilidad a los fenómenos meteorológicos extremos y otras crisis y desastres económicos, sociales o ambientales;

- garantizar un alto nivel de movilización de recursos, incluso mediante una mayor cooperación para el desarrollo, a fin de proporcionar a los países en desarrollo y especialmente a los menos adelantados medios adecuados y previsibles para aplicar programas y políticas encaminados a poner fin a la pobreza en todas sus formas;

- establecer principios de política nacional, regional e internacional viables, basados ​​en estrategias de desarrollo favorables a los pobres y sensibles al género, para acelerar la inversión en medidas de desarrollo sostenible y lograr la eliminación de la pobreza.

Unos 783 millones de personas vive por debajo del umbral de pobreza internacional, con 1,90 dólares diarios. En 2016, menos del 10% de los trabajadores de todo el mundo vivían con sus familias con menos de 1,90 dólares diarios por persona. La mayoría de las personas que viven por debajo del umbral de pobreza viven en dos regiones: Asia meridional y África subsahariana. Las altas tasas de pobreza se encuentran a menudo en los países pequeños, frágiles y afectados por conflictos. Uno de cada cuatro niños menores de cinco años, en todo el mundo, tiene una estatura inadecuada para su edad. En 2016, solo el 45% de la población mundial estaba amparada efectivamente por un sistema de protección social con al menos una prestación en efectivo. En 2017, las pérdidas económicas debidas a desastres, incluidos tres grandes huracanes en los Estados Unidos y el Caribe, se estimaron en más de 300 mil millones de dólares.

Esta Agenda 2030  hace eco a la Déclaration de la OIT a Filadelfia en 1944 que dice: "La pobreza, en cualquier lugar, constituye un peligro para la prosperidad de todos; la lucha contra la necesidad debe proseguirse con incesante energía dentro de cada nación y mediante un esfuerzo internacional continuo y concertado". La advertencia y el llamado a la acción de los mandantes de la OIT es tan relevante e importante hoy como lo fue hace 70 años. Las tendencias sociales y laborales recientes son preocupantes y proporcionan el telón de fondo para tensiones políticas igualmente preocupantes que podrían socavar la cooperación internacional tan crucial para acabar con la pobreza y lograr los ODS.

Por otro lado, los Objetivos de Desarrollo Sostenible son establecidos por la ONU sobre unas bases cuestionables, lo que puede arruinar cualquier esfuerzo progresivo a nivel global, afirman activistas de ONG que participan en la lucha contra el terrorismo y la pobreza. En la página web Common Dreams, por ejemplo, se dice que la forma de aprehender la pobreza traiciona desde el principio un profundo malentendido acerca de sus causas. La pobreza es presentada como una enfermedad que se debe "erradicar" y una prisión de la que "la humanidad debe ser liberada". "Las enfermedades son una parte integral del mundo natural, lo que significa que nadie es responsable de ellas. En cuanto a la lógica de una prisión, implica que aquellos que están allí han cometido un delito. Así se niega la idea de que las acciones humanas podrían ser causa de desigualdad y pobreza; esto sería la culpa, el delito, de los pobres mismos", se dice en ese texto. La pobreza también se define como "el desafío más importante". Esto sugiere la existencia de una jerarquía de problemas individuales, de los cuales la pobreza sería la más alta, mientras que el sitio nos invita a considerar que la humanidad debe confrontar una convergencia de mega-crisis estrechamente relacionadas, como la corrupción de los gobiernos, los trastornos ecológicos, la deuda estructural o el híper consumo de Occidente que se extiende ahora hacia el Este y el Sur. Ninguna solución sistémica puede surgir de un razonamiento que no tenga en cuenta estos problemas sistémicos. La razón para ver las cosas de esta manera es clara: proteger el status quo. "Esta lógica valida el sistema actual y su organización de poder al liberarlo de toda responsabilidad y confirmar que puede, e incluso debería, perpetuar su comercio como siempre lo ha hecho". Esta es la lógica del sistema capitalista.

Common Dreams va más allá y ofrece otra perspectiva: "Para combatir efectivamente la pobreza, la desigualdad y el cambio climático, debemos sustituir esta lógica por otra, basada en la conciencia de la implicación de las acciones humanas en estos problemas". Por ejemplo, sería fácil introducir leyes que permitan a las autoridades locales revocar los acuerdos con las empresas en caso de que existan importantes implicaciones negativas sean ellas sociales o ambientales.

Hay, entonces, dos actitudes hacia la Agenda 2030. Si se implementa, dicen los unos, podría revertir las sombrías tendencias actuales al promover la justicia social en todo el mundo, erradicar la pobreza y reducir las desigualdades graves. Se avanzaría hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental. De hecho, la Agenda 2030 refleja la opinión de la comunidad internacional sobre el trabajo digno que debe ser tanto un medio como un fin del desarrollo sostenible; una idea para la cual la OIT se moviliza desde hace veinte años. Por otro lado, se piensa que "desafortunadamente, ninguno de estos problemas reales será concretamente incluido en las acciones de los ODS, porque contradicen la actual lógica dominante y, lo que es más importante, porque en realidad podrían ser eficaces y llevarían a redistribuir el poder y la riqueza más equitativamente". Lo que, de toda evidencia, los pudientes no quieren. Ver Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo. Ver también Propuestas para erradicar la pobreza 

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